Descripción
Ante la competencia tecnológica de China, el cambio climático y una pandemia mundial, entre 2020 y 2022, los Estados Unidos emprendieron importantes programas de política industrial, pese a su tradicional renuencia a estas estrategias. Estos programas, centrados en promover la innovación tecnológica, constituyen ejemplos de políticas de innovación industrial. Su escala y enfoque en sectores no vinculados a la defensa no tienen precedentes. En este estudio se examinan seis ejemplos de estas nuevas políticas de innovación industrial, que abarcan intervenciones del Gobierno en etapas de la innovación posteriores a la investigación, como desarrollo, elaboración de prototipos, pruebas, demostraciones y producción.
Estas políticas ilustran enfoques diversos, como los de estrategias descendentes —el Gobierno selecciona y apoya a empresas específicas— o estrategias ascendentes —se ofrecen incentivos para alcanzar objetivos tecnológicos públicos—. Sin embargo, persisten deficiencias en ámbitos como el financiamiento para la escalabilidad, el apoyo a la fabricación avanzada y la coordinación interinstitucional, aunque se están realizando esfuerzos para subsanarlas. A pesar de su economía sumamente desarrollada, los Estados Unidos experimentan con modelos de políticas industriales que podrían ser útiles para las naciones en desarrollo al afrontar los desafíos del siglo XXI.