Descripción
El cambio climático y la emisión de gases de efecto invernadero son problemas mundiales, en que los sectores de la energía y el transporte son grandes contribuyentes. En la región, el transporte consume el 37% de la energía, principalmente de fuentes fósiles. Para reducir las emisiones, es necesario avanzar en el uso de fuentes de energía primaria renovables y modificar los patrones de consumo basados en combustibles fósiles, por ejemplo, mediante el uso de vehículos eléctricos en el transporte público y privado. Esto implica un aumento significativo de la demanda eléctrica y requiere una planificación adecuada de las redes eléctricas para evitar congestión y falta de capacidad de transmisión. En este estudio, en la provincia de San José (Costa Rica), se evaluaron los impactos y las necesidades de inversión para la electromovilidad, considerando tres escenarios de integración. Los resultados mostraron que se necesitará un aumento del 12,7% en inversiones de generación y transmisión respecto de las inversiones estimadas previamente por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) para cumplir las metas del Plan Nacional de Descarbonización del país a 2030. Además, se requerirán inversiones anuales del 0,35% del PIB hasta 2030 para adquirir buses eléctricos y expandir la infraestructura para la electromovilidad.