Descripción
Se reconoce en este trabajo que la globalización y la revolución científico-tecnológica han tenido repercusiones muy significativas y diferentes sobre los territorios. Asimismo, se afirma que en este nuevo escenario internacional se comienzan a privilegiar otros factores de localización, distintos a los tradicionales costos de transporte y mano de obra, que ya no parecen ser tan determinantes en las evaluaciones de rentabilidad de las empresas. Hoy, cualquier territorio puede ser bueno para desarrollar actividades económicas muy diversas, siempre que se cumpla con ciertos requisitos que son indispensables para mejorar las condiciones competitivas de las unidades económicas territoriales.
Como la capacidad que pueden mostrar los territorios y sus instituciones para enfrentar con relativo éxito los procesos de apertura y globalización es muy diversa, se trata de indagar, mediante los métodos de convergencia, qué ha pasado en algunos países de América Latina en términos del aumento o disminución de las disparidades territoriales.
Al no encontrar mayores pruebas determinantes de convergencia, se realiza un análisis regional complementario, a través del cual se clasifican los territorios, denominándolos ricos y pobres, o ganadores y perdedores, con el propósito de obtener una explicación económica más precisa sobre su condición. Se busca detectar cuáles son los atributos de un territorio ganador y las falencias que determinan que otros sean perdedores, a fin de avanzar en la identificación de políticas públicas más adecuadas.
Se concluye que, en el plano territorial, es imprescindible diseñar instrumentos y políticas públicas específicas a las características de cada territorio para estimular el aprovechamiento de sus recursos locales endógenos, así como impulsar nuevos estilos de desarrollo basados en las potencialidades de las economías locales para lograr la transformación de los sistemas locales de empresas en un clima de mayor competitividad.