Descripción
Resumen La expansión de la producción, que constituye el soporte material del desarrollo, se asienta tanto en la creciente acumulación de capital físico como en el continuo aumento del contingente de recursos humanos funcionales a las necesidades del sistema económico, lo que facilita la sistemática elevación de la productividad, su mayor difusión y generalización. Para que el desarrollo se convierta en un proceso sustentable y sostenido en el tiempo, es necesario que dicha expansión se produzca en un contexto de equidad social. Tal condición implica la incorporación efectiva y progresiva del conjunto de individuos que conforman la sociedad. La satisfacción adecuada de sus necesidades de salud, educación y capacitación son requisitos básicos para el incremento de la potencialidad productiva de las personas y factores determinantes para una apropiada participación de la población en los beneficios del progreso. Desde luego, el impulso del desarrollo a largo plazo exige reconocer la vasta heterogeneidad económica, social y demográfica y diseñar y aplicar políticas consecuentes y adecuadas a las diferentes realidades nacionales. Para lograr los objetivos de crecimiento y de desarrollo es necesario concentrar la política pública en atacar las causas que producen y reproducen la pobreza. El mejoramiento de las condiciones de vida de la población —mediante el desarrollo de sus atributos— reduce las discrepancias en los niveles de productividad e ingresos y contribuye, por ende, a la atenuación de los estados de privación relativa. La explotación arbitraria del capital natural menoscaba la capacidad de los ecosistemas para satisfacer las necesidades actuales y futuras de la población y los propios requerimientos del sistema económico. Una vez, más el mejoramiento de las condiciones generales de vida de la población favorece un adecuado manejo de los recursos naturales y del medio ambiente. Dicho proceso demanda la integración efectiva de los elementos sociodemográficos en las políticas, programas y proyectos de desarrollo, mediante el perfeccionamiento de los sistemas de recolección, procesamiento y difusión de datos. Exige, asimismo, la aplicación general de medidas tendientes al logro de una armónica relación entre la población y el desarrollo.