Descripción
América Latina ha superado parcialmente la etapa de ajuste de corto plazo tras la crisis de la deuda externa y se encuentra ahora en una fase de reestructuración, marcada por la apertura hacia los mercados externos. Estos cambios, entre los que se cuenta una reorganización de los procesos productivos con incorporación de nuevas tecnologías, han modificado la composición del mercado de trabajo, ejerciendo fuertes efectos en la participación laboral femenina. De éstos, el más notorio ha sido la llamada "feminización de la fuerza de trabajo".
Las grandes tendencias estructurales, que en ciertos casos fueron intensificadas por la crisis y los procesos de ajuste, mostraron un nuevo panorama del mercado laboral urbano y, en especial, del trabajo femenino, que se diferencia de la participación masculina. A partir de la información proveniente de las encuestas de hogares realizadas en 13 países de la región entre los años 1980 a 1994, en este estudio se presentan las grandes modificaciones en las tendencias de la participación laboral según género. En la segunda sección se analizan empíricamente seis afirmaciones —basadas en desfases contextuales y temporales— que persisten en el debate sobre el trabajo femenino en la región, aun cuando los acelerados cambios las han transformado en mitos.También se examinan algunas "áreas conflictivas" en las que la desigualdad entre hombres y mujeres es más evidente: los ingresos, el acceso a nuevas tecnologías y su uso, y la precarización de ciertas ocupaciones, como las domésticas, las domiciliarias y las actividades por cuenta propia. Finalmente, se presenta una síntesis de los principales aspectos abordados, se ofrecen algunas sugerencias metodológicas y se plantea una serie de interrogantes sobre el significado de estos cambios en los ámbitos social, familiar, político y cultural.