Descripción
En las últimas décadas se han registrado avances en todo el mundo en materia de inclusión financiera, pero continúa existiendo una brecha de género. En este estudio, se analiza el menor nivel de inclusión financiera de la mujer en México como una brecha estructural, dada su persistencia y profundidad. Además, se ahonda en el análisis de las brechas entre mujeres y hombres, y se comparan las experiencias de las mujeres que viven en los medios rurales y de las que habitan en zonas urbanas, incorporando el enfoque de las normas de género. Para ello, se lleva a cabo un análisis estadístico y econométrico, así como un trabajo de campo. Los resultados de la primera etapa apuntan a la existencia de ciertas características —como el género, el estado civil, la edad y los ingresos— que se relacionan positivamente con un indicador de inclusión financiera elaborado para este fin. Los resultados de la segunda etapa muestran que la mujer tiene una menor participación en el mercado laboral, así como una mayor carga en las tareas de cuidado del hogar, y que el estar casada limita su realización de actividades fuera del hogar.