Descripción
Las políticas de desarrollo económico implementadas por el Gobierno de México desde la década de 1950 han mostrado su interés en apoyar a las pequeñas y medianas empresas (PYME). Basados en esas políticas se llevaron a la práctica sucesivos programas de fomento y se establecieron numerosos instrumentos, tanto de fomento como de protección. El criterio rector fue que ese tipo de empresa era clave para el desarrollo del país por su capacidad de generar empleo, especialmente a nivel regional y local, su baja inversión por empleo, el reducido contenido importado de sus inversiones en maquinaria y equipo, su ubicación en ramas con uso intensivo de materias primas nacionales y locales, y su papel seminal de la actividad empresarial. En este trabajo, se revisa la evolución de largo plazo de esas políticas, prestando especial atención a su dimensión tecnológica. Para ello, se estudian las características que la misma presentó durante la última etapa del modelo de industrialización basado en la sustitución de importaciones en los años setenta, los cambios experimentados durante la transición a una economía abierta y con menor intervención estatal en gran parte de la década de 1980, y su situación actual, una vez que el nuevo modelo ha madurado, mostrando con claridad las oportunidades y los desafíos que ha abierto para este tipo de empresa.