Descripción
La formación es uno de los sectores estratégicos en cualquier política que busque disminuir la brecha digital. Tanto el trabajador polivalente como el trabajador del conocimiento y las nuevas especialidades son claves en las organizaciones del trabajo, ahora y en adelante, impulsadas por la digitalización y están asociados con procesos de educación y formación. Aun cuando aparezcan nuevas modalidades, prácticas e incluso instituciones con características esencialmente diferentes a las existentes, es necesario que las instituciones de formación profesional (IFP) que ya operan en la región sean consideradas y se incorporen a las políticas en este ámbito. Estas instituciones ocupan un espacio en el mundo de la formación, tienen relaciones formales e informales con el mundo productivo, tienen experiencia acumulada y relaciones de trabajo con los organismos gremiales, intermedios y gubernamentales involucrados. Esto las hace uno de los interlocutores autorizados en cualquier estrategia de ampliación del acceso y de la capacitación en tecnologías de la información y del conocimiento. La incorporación de las instituciones educativas a estas estrategias implica cambios técnicos y organizacionales para estas instituciones. Esto significa hacer opciones estratégicas adecuadas. Como dice Moura Castro (2005) las TIC en la formación son adecuadas cuando se encuentra la combinación entre un problema y una tecnología, es decir cuando la tecnología da una respuesta apropiada a un problema existente. Advierte también que gran parte de los fracasos en el uso de las TIC en educación son causados por los fanáticos de las tecnologías que tratan de aplicarlas de cualquier manera y para hacer eso parten de la tecnología para encontrar el problema. Ilustra esta estrategia mencionando la ley del martillo", cuyo enunciado es que si se entrega un martillo a un niño éste en muy poco tiempo va a encontrar que todo lo que está a su alrededor necesita martillazos. La tecnología no es una respuesta que busca un problema. Es por ello que las opciones tecnológicas están restringidas por las situaciones específicas en que se encuentran. Para definir la tecnología apropiada a la situación el mismo de Moura Castro ofrece una serie de preguntas que guían la elección: ¿Que se quiere enseñar? ¿Quién sabe de la materia a enseñar? ¿Cuánto tiempo lleva aprender? ¿A quien se va a enseñar? ¿Cuantos son los estudiantes que se va a atender? ¿Cuánto cuestan las diferentes opciones tecnológicas? Y, en relación con la educación a distancia, ¿Qué es distancia? La formación para el trabajo se encuentra con dos problemas que apelan directamente a las TIC. El primero es responder a la demanda creciente del mundo del trabajo por personas calificadas en estas tecnologías. La segunda es la de lograr mayores niveles de eficiencia, lo que en la educación y formación es un problema especialmente difícil porque existe una relación inversa entre calidad y cobertura. Los sistemas de formación apelan a las TIC, entre otras cosas, para alcanzar a un número considerablemente mayor de personas y para facilitar una formación permanente de los trabajadores. Complementariamente es condición para un uso efectivo de las TIC en la docencia un número elevado de estudiantes dado que las inversiones en infraestructura tienden a ser más altas que en la formación con métodos tradicionales; el desafío para el uso de las TIC en la formación es mejorar la calidad aumentando la cobertura."