Descripción
México es parte de la cruzada internacional por la inclusión financiera. Su reto es complejo pues históricamente muestra baja profundidad financiera respecto a otros países de desarrollo similar. Su infraestructura de acceso a los servicios financieros cubre la mayor parte del territorio y de la población, pero no destaca en Latinoamérica.
La estructura productiva mexicana presenta un componente de microempresas mayor que el de otras economías de la región. Entre las pymes más de la mitad carece de cuentas y tres cuartas partes de crédito. Independientemente de su tamaño, la gran mayoría de las empresas declara no necesitar servicios bancarios, lo que apunta a la exclusión voluntaria.
En el marco de la Reforma Financiera de 2014, México fijó como objetivo la inclusión financiera de las microempresas y pequeñas y medianas empresas y ha potenciado a los bancos de desarrollo.
En la experiencia reciente de México se registra una revitalización de la banca de fomento y un sensible aumento de los fondos que canaliza; se trata de una nueva filosofía incluyente, con mayores recursos, más que de prácticas innovadoras probadamente exitosas.