Descripción
Este informe presenta los resultados de una investigación sobre cómo las Políticas Activas de Mercado de Trabajo (PAMT); - capacitación, servicios financieros y no financieros para las micro, pequeñas y medianas empresas y servicios de empleo - ejecutadas en Guatemala en los últimos diez años han servido a los grupos vulnerables, entendidos como mujeres y jóvenes entre trece y veinticinco años, que no han completado la escuela primaria. En particular, el informe evalúa la eficiencia y la eficacia de ocho de los más importantes y significativos programas ejecutados en el país, cuatro de tipo universal - que incluyen pero no se limitan a servir a los vulnerables - y cuatro focalizados hacia los vulnerables.Al analizar cada programa resalta que: (i); la mayoría de los programas focalizados, si bien han adaptado progresivamente sus servicios a las características y necesidades de los vulnerables, cuentan con escasos recursos financieros; (ii); la mayoría de los fondos para las PAMT se enfocan en apoyar programas universales que usan sólo una fracción de su presupuesto para brindar servicios a los vulnerables (debido a una manera excluyente de seleccionar a los beneficiarios o, más bien, a la oferta de servicios poco útiles para los vulnerable, repartidos "según la demanda" en lugar de hacerlo en base a una cuota pre establecida reservada a cada grupo de beneficiario);. En los últimos años la mayoría de los programas de PAMT se ha concretizado en las iniciativas más tradicionales y menos complejas, que ofrecen beneficios a corto plazo es decir, en iniciativas útiles principalmente para los que históricamente tienen mayor acceso a este tipo de servicios, los que ya están organizados, y que necesitan de menor asistencia para aumentar su productividad: es decir la población menos vulnerable.Como cualquier iniciativa orientada a una población excluida, los programas de PAMT que logran altos niveles de cubertura de la población meta (de los vulnerables); con servicios eficaces (que fomenten su inserción productiva); son aquellos que en fase de planificación enfrentan y resuelven tres desafíos: cómo llegar a beneficiarios con escaso acceso a las instituciones públicas, con cuál combinación de servicios e incentivos, y apoyándose en cuál de las organizaciones cercanas a ellos. En Guatemala, la mayoría de los programas de PAMT no logra resolver: (i); la dificultad en diseñar servicios que puedan servir a beneficiarios dispersos y no organizados y, al mismo tiempo, incentivar y facilitar la asociación de esos beneficiarios en empresas de tamaño mediano; (ii); el desafío de vincular servicios que ofrecen instrumentos, con otros que permitan acceder a ellos y aprovecharlos de manera efectiva; (iii); las dificultades que se presentan cuando, por la implementación de programas, se contratan instituciones sobre las cuales la autoridad pública no logra imponer un estándar de resultados, sea por razones técnicas o políticas.Condiciones necesarias para enfrentar esos desafíos pendientes son: (i); que desde la fase de planificación de los programas de PAMT se atribuyan a cada grupos de beneficiarios determinados recursos financieros, así como las medidas implementadas en su beneficio; (ii); que se reconozca el aprendizaje administrativo y el mejoramiento de las capacidades de la administración pública como un objetivo fundamental de estas políticas, corolario de la naturaleza novedosa de las PAMT dirigidas hacia los vulnerables.