Descripción
La profundización de la convergencia tecnológica en el sector de las comunicaciones, en particular la reciente tendencia de oferta generalizada de servicios por medio de plataforma IP en banda ancha, viene a transformar, de manera radical, las fronteras de las firmas, mercados y sectores de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC);. Además de la tendencia migratoria hacia redes plenamente basadas en el protocolo IP (all Internet Protocol -IP- networks);, hay otras tendencias tecnológicas tales como el creciente uso de plataformas de acceso inalámbricas (3G - mobile third generation, WiFi, WiMAX y satélites);, la instalación de fibras ópticas en la red de acceso local, la transición hacia la TV digital y el uso - todavía incipiente - de la rede eléctrica en las telecomunicaciones. A medida en que en los sectores de telecomunicaciones y de radiodifusión (broadcasting);, se van eliminando las barreras tecnológicas que originalmente los separaban, se está poniendo en jaque el régimen de regulación "sectorial", asignando nuevos retos a la agenda de los reguladores en particular, y a las políticas públicas TIC, en general. El impacto regulatorio de la convergencia es muy extenso y por eso, las reglas, las normativas y regulación del sector así como los segmentos originarios precisan ser readecuados y actualizados. Es decir, la lógica regulatoria perdió sus fundamentos en el nuevo contexto. El ejemplo siguiente, actualmente en discusión pública, ilustra muy bien estos impactos. Internet emergió de forma plena sin regulación, con defensores que exigían que el gobierno permaneciese fuera de la evolución de la red. En términos generales, bastaba con la adhesión a los protocolos de comunicación abiertos (TCP/IP); para la continuidad de la expansión vertiginosa de la red Internet. Actualmente, estos mismos defensores de los intereses de Internet están solicitando protección del gobierno frente a la amenaza de que los grandes operadores de la red (de telecomunicaciones); instauren diferentes "pistas" (vías); para la autopista de Internet. Habría entonces, una pista de tráfico más lento y gratuito (como ocurre actualmente); y una pista de tráfico más rápido y sujeto a un pago (peaje);, de modo que las operadoras puedan mejorar su remuneración a las grandes inversiones en redes de nueva generación. En este caso, habría un claro incumplimiento de compromisos de neutralidad de red defendida por los reguladores.La convergencia tecnológica, en la práctica, implica una segunda transformación en el modelo regulatorio tradicional de las telecomunicaciones. La primera ruptura ocurrió con el hundimiento del monopolio público de las telecomunicaciones ocurrido entre las décadas 1980 y 1990. Esta transformación constituyó un movimiento de naturaleza estructural, de gran impacto político y económico, con inclusión de instituciones nuevas para el sector, como la OMC. Pero, no alteró los fundamentos técnicos de las clasificaciones de servicios y la emisión de licencias, manteniendo además la separación institucional y legal entre los diferentes sectores TIC, particularmente entre los de telecomunicaciones y de radiodifusión. De cierta forma, la convergencia tecnológica plantea una nueva (segunda); transformación, inclusive de naturaleza más conceptual, en los fundamentos técnicos y económicos, no sólo de los servicios exactamente, sino también en la propia normativa de clasificación de servicios que sustenta el modelo regulatorio convencional.