Descripción
El terremoto que impactó Haití el 12 de enero de 2010 tuvo consecuencias humanas, sociales y económicas desastrosas, originando una regresión de 7% del producto interno bruto (PIB) real. Asimismo, la reciente epidemia de cólera ya cobró cerca de 2.000 víctimas y decenas de miles de enfermos, en un país que aún no se restablecía de los efectos causados por el terremoto. A pesar que los resultados finales de las recientes elecciones presidenciales y legislativas (28 de noviembre) pudieran arrojar tanto una señal de continuidad o bien de ruptura con el gobierno saliente, en ambos casos los retos del próximo gobierno seguirán enmarcados en gran medida en la gestión de los propios efectos originados por el terremoto en los ámbitos sociales y económicos. Las expectativas económicas hasta antes del brote epidémico del cólera eran optimistas para 2011 y señalaban un crecimiento del PIB de 9%, con una mayor recuperación de algunos de los sectores fundamentales (agricultura, construcción, industria maquiladora), así como los aportes más decididos de la cooperación internacional. Sin embargo, estos pronósticos se vieron ahora ensombrecidos ante el reto adicional que enfrenta el país en el ámbito de salud pública, que obliga a reasignar recursos, seguramente en detrimento de algunos proyectos de impulso a la producción o reconstrucción.