Descripción
Tras las profundas reformas
económicas aplicadas en los países de América Latina durante los últimos años,
Ricardo Ffrench-Davis, Asesor Regional Principal de la CEPAL, advierte una
"sensación generalizada de insatisfacción entre la población y los actores
sociales". El optimismo inicial sobre el desempeño reciente y futuro de la región
ha dado paso al reinicio de la búsqueda de senderos hacia un mayor crecimiento,
sustentable y con equidad.
En su libro Macroeconomía,
comercio y finanzas para reformar las reformas en América Latina, sostiene que la
desilusión se debe a que la distribución de los ingresos y las oportunidades han
empeorado y a que existe una significativa inestabilidad, como lo demuestran las crisis
mexicana y argentina de 1995, y la actual crisis iniciada en AsiaEl
ambiente optimista de mediados de los años noventa se veía favorecido por el consenso
sobre la necesidad de preservar los equilibrios macroeconómicos, el control de la
inflación a un dígito en la mayoría de los países, la mejoría de balances
presupuestarios y ahorro fiscal, el crecimiento y diversificación de las exportaciones y
sus países de destino, y las privatizaciones masivas.
Sin embargo, señala Ffrench-Davis,
"algunos equilibrios se alcanzaron a expensas de desequilibrios en otras variables
macroeconómicas (sobre todo en el sector externo); o bien descuidando aspectos esenciales
para lograr la equidad o la competitividad sistémica (como la inversión en el capital
humano);". Este y otros problemas hacen "urgente reformar las actuales reformas
para mejorar el desempeño económico".
Al autor le parece evidente además,
"la necesidad de avanzar hacia un enfoque más integral, ampliando su cobertura hacia
la consecución de una mayor equidad y desarrollo social y un mejor ambiente para la
construcción de la democracia".
Uno de los principales propósitos
de las reformas era mejorar el entorno de las actividades productivas y lograr un mayor
crecimiento sostenible del producto interno bruto. Pero los resultados han sido pobres.
Después del crecimiento anual de 1,2% de los años ochenta, sólo se produjo un aumento
moderado a 3,5% en 1991-98, muy por debajo del registro de 5,5% del período 1950-80.
Este desempeño insatisfactorio es
consecuencia, entre otras cosas, del reducido incremento del stock de capital fijo:
la tasa de inversión en los años noventa alcanzó un promedio de unos 5 puntos
porcentuales menos que en el decenio anterior a la crisis de la deuda de los años
ochenta. Además, los aumentos de la productividad total de los factores han sido
modestos.
Por otro lado, la repetición de
coyunturas con subutilización significativa de la capacidad productiva es el resultado de
shocks externos, de políticas macroeconómicas nacionales insostenibles y de
macroprecios desalineados, como se observa en los casos de Argentina y México en 1995.
"Para evaluar la eficiencia de una reforma o política de ajuste deben considerarse
siempre tanto el valor actualizado de las recuperaciones como el de las caídas de
producción y bienestar. Existe una tendencia inquietante a desestimar la significación
que reviste la inestabilidad y la subutilización de la capacidad", dice.
Los caminos recorridos por los
países de América Latina para diseñar sus reformas estructurales y políticas
económicas son variados, pero Ffrench-Davis señala que "se han repetido costosos
errores", especialmente en el manejo macroeconómico; en el diseño de las reformas
financieras y comerciales, y en la insuficiencia de los esfuerzos para completar mercados.
Estos errores se deben
principalmente a la "fe extrema del neoliberalismo en la eficiencia del sector
privado tradicional y una desconfianza también extrema en el sector público y en las
formas no tradicionales de organización privada", sostiene. Cuestiona el postulado
neoliberal de que los desequilibrios no existen, salvo aquellos generados por la
intervención estatal.
Ffrench Davis afirma que es posible
construir una economía de mercado mejor que la que resulta del estilo predominante de
reformas aplicadas en los años recientes. En los nueve artículos que componen su libro,
desarrolla un análisis orientado al diseño y aplicación de políticas económicas que
ofrecen una alternativa al neoliberalismo, tomando en consideración el funcionamiento
real de los mercados y la diversidad en la capacidad de respuesta de los diferentes
agentes económicos.
Por otro lado, aclara que las
reformas no deben convertirse en un fin en sí mismas, sino en un medio para el progreso.
"Deberían identificarse explícitamente los resultados que se persiguen y, luego,
exigirse una rendición de cuentas (accountability);. Agrega que "una efectiva
rendición de cuentas parece estar más bien ausente, a juzgar por las frecuentes
alabanzas que han recibido muchas reformas de diseño deficiente, cuyos objetivos no han
sido alcanzados en plenitud o han desembocado en situaciones críticas".
El hilo conductor del libro son las implicaciones macroeconómicas del comercio y las finanzas sobre la estabilidad y la
formación de capital. Los eventos abordados incluyen la crisis de la deuda de los años
ochenta, las reformas comerciales, la reanudación de la entrada de capitales privados a
América Latina, la apertura de la cuenta de capitales y las crisis mexicana y asiática.
En un capítulo dedicado especialmente a Chile, se revisan las reformas económicas
aplicadas por los gobiernos de Pinochet, Aylwin y Frei y, las convergencias, divergencias
y reformas a las reformas.
Ricardo Ffrench-Davis, autor de numerosos estudios sobre economía, es además profesor de economía de la Universidad de
Chile, ex director de Estudios del Banco Central de Chile y ex director (1976 a 1990); de
la Corporación de Investigaciones Económicas para Latinoamérica (CIEPLAN);.
El libro fue publicado recientemente en Español por McGraw-Hill Interamericana
y en Inglés por Macmillan y St. Martin's Press. El libro está a la
venta en las principales librerías. Por correo electrónico se puede solicitar a
McGraw-Hill sercli@entelchile.net