Descripción
La muerte de un niño es una pérdida trágica. Sin embargo, según el informe de objetivos de desarrollo del Milenio de 2008, todos los años mueren alrededor de 10 millones de niños antes de cumplir 5 años de edad. La mayoría de estos niños viven en países en desarrollo y mueren como resultado de una enfermedad o una combinación de enfermedades que se pueden evitar con métodos ya existentes y de bajo costo.La mortalidad infantil está estrechamente vinculada a la pobreza; debido a ello, los avances en la supervivencia de bebés y niños han sido más lentos en la población de los países pobres y en la población más pobre de los países con más recursos. La mejora de los servicios públicos de salud es un elemento clave, en particular el acceso a agua potable y a un mejor saneamiento. La instrucción, especialmente para las niñas y las madres, puede salvar la vida de muchos niños. Si bien el aumento de los ingresos puede servir de algo, no será mucho lo que se consiga a menos que dichos servicios se presten a quienes más los necesitan.Si bien muchos han sido los programas que organismos nacionales e internacionales han llevado a cabo en beneficio de la salud y la sobrevivencia infantil, millones de niños continúan viviendo y muriendo en condiciones de desnutrición y mala salud. En América Latina aproximadamente 27,5 niños por cada mil nacidos vivos mueren antes de los cinco años, situación que es factible de modificar sensiblemente, si se compara con los países desarrollados, en donde mueren cerca de 6 niños por cada mil nacimientos antes de los cinco años.Es por ello que una de las prioridades del mundo de hoy se refiere a la protección y desarrollo del niño. En tal sentido un punto de partida fue la realización en 1990 de la Cumbre Mundial en favor de la Infancia, en donde los gobiernos, conjuntamente con organismos internacionales pertinentes y organismos no gubernamentales, discutieron un conjunto de medidas tendientes a lograr mejoras en las condiciones de vida de la población infantil. Así, se acordaron una serie de metas a ser alcanzada en el año 2000. Posteriormente, en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo en 1994 se ratifica y amplían las metas establecidas en la Cumbre Mundial a favor de la infancia. Más recientemente, en el 2000, en la Cumbre del Milenio, se establece el objetivo de reducir la mortalidad infantil con una nueva meta a alcanzar en el 2015.El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF); conjuntamente con el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) y con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) elaboraron el presente trabajo en el marco de las actividades de seguimiento de las metas de los Objetivos de la Declaración del Milenio, brindando información útil para programas de acción a nivel nacional tendientes a lograr un futuro mejor para los niños. Este libro constituye una actualización de la serie de publicaciones realizadas que comprenden un estudio comparativo sobre las tendencias de la mortalidad en la niñez y las principales diferencias al interior de los países de América Latina, y de la base de datos para cada uno de los veinte países de la región.El principal objetivo de esta publicación es divulgar el trabajo del Grupo Interagencial para la estimación de la mortalidad en la niñez (IGME), convocado para desarrollar una metodología de estimación de indicadores relacionados con la mortalidad de menores de cinco años y donde el CELADE ha participado en la condición de observador.