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Opciones para reducir la pobreza rural en América Latina y el Caribe

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Opciones para reducir la pobreza rural en América Latina y el Caribe

Autor: Echeverría, Rubén G. Descripción física: páginas. 147-160 Fecha: abril 2000 Signatura: LC/G.2095-P

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Descripción

Aunque la mayoría de la población total y de la población
pobre en América Latina y el Caribe se encuentra en los centros
urbanos, en términos relativos la pobreza sigue siendo un
fenómeno rural en la región. La incidencia de la pobreza y de
la pobreza extrema es mucho mayor en las zonas rurales que
en las urbanas. Sin ir más allá, en 1997 más de la mitad de los
hogares rurales vivía en la pobreza y cerca de un tercio en
situación de pobreza extrema. Además, la difícil situación económica
de la mayoría de los países de la región en los últimos
dos años seguramente ha deteriorado esas cifras. A los pobres
de las zonas rurales de la región se les plantean por lo menos
tres problemas básicos: i); nutrición insuficiente, mala salud y
servicios educativos deficientes; ii); escasas oportunidades de
empleo productivo en la agricultura y en actividades no agrícolas;
y iii); bajo grado de organización para promover efectivamente
los intereses rurales. El número y la variedad de circunstancias
que causan la pobreza rural, así como la heterogeneidad
de condiciones en que se presenta en los distintos países
y regiones dificultan la búsqueda de soluciones efectivas y
eficientes para elevar el bienestar de la población rural. Este
artículo tiene como objetivo destacar varias opciones de acción
para reducir la pobreza rural en la región. Para este fin, se
centra en tres tipos de posibilidades de acción importantes y
complementarias para generar o elevar los ingresos de los pobres
de las zonas rurales: uno que se basa en el crecimiento del
sector agrícola; otro que apunta al uso sostenible y la conservación
de los recursos naturales, y el último basado en la importancia
creciente de las actividades económicas rurales que
se desarrollan fuera del predio agrícola. Hay al menos otras
dos posibilidades de reducción de la pobreza rural: la tradicional
migración a las zonas urbanas y la asistencia destinada a
las personas que necesitan transferencias de ingresos para superar
el umbral de pobreza o para tener un mínimo acceso a
las redes de seguridad social.