Descripción
Cuando el modelo económico neoliberal, con cuya vigencia expira el milenio en América Latina, cumple ya algunos años de aplicación, se hace más oportuno evaluar la experiencia acumulada hasta la fecha. A esta tarea se abocan los economistas, desgranando y analizando las diversas características y componentes de los programas aplicados en los distintos países. Un aspecto a menudo descuidado en tales evaluaciones es el de la viabilidad social y política de las medidas adoptadas, que no depende sólo de la valoración técnica de ellas. La aceptación de tales medidas por los diversos sectores de la población ha pasado a ser igualmente importante, en particular tras la sustitución de regímenes militares por sistemas democráticos que obligan a tener más en cuenta la voluntad popular. Esto es lo que cabría llamar el factor "social" (o tal vez incluso "sicosocial"); de la reforma. Una mejor comprensión de las variables que inciden en la reacción popular ante las medidas de política económica aplicadas facilitaría la evaluación previa de sus posibilidades de éxito. Para ello se cuenta ya con un acervo de experiencia en los distintos países. Una de las más interesantes es, tal vez, la que se desprende de la reiterada aplicación del modelo en Venezuela. La variada reacción de la población de ese país a losa dos programas de corte neoliberal en 1989 y 1996 bien pudiera deberse a la distinta evolución de las magnitudes reales de la economía (crecimiento del producto y empleo);, pese a la similitud existente entre los desequilibrios macroeconómicos en ambos casos.