Descripción
El debate regional sobre política industrial se centra hoy en las políticas de fomento de la competitividad en el contexto de economías abiertas. Privilegia el uso de políticas horizontales, se apoya en el mercado y es celoso en la vigilancia de los equilibrios macroeconómicos. Sin embargo, aún adolece de debilidades en el tratamiento de los temas sectoriales, sigue siendo renuente a asimilar las experiencias asiáticas de apoyo a pioneros, y de coordinación más estrecha entre el sector público y el privado, y aún no otorga suficiente importancia al fortalecimiento de la base tecnológica y de los recursos humanos. En este artículo se pasa revista a los acontecimientos internacionales que han modificado la noción de competitividad; se postula que la noción de políticas de fomento productivo es más pertinente que la de política industrial; se plantea que la transformación productiva en los años noventa está indisolublemente asociada a la internacionalización y a la profundización exportadora, y se examinan algunos instrumentos de política en los ámbitos del fomento a la exportación, la tecnología, la productividad y la capacitación. Se concluye con una reflexión sobre los requisitos de calidad en la gestión pública que surgen de este enfoque.