Descripción
La profundidad y magnitud del riesgo social y económico en
América Latina exigen, entre otras medidas, políticas de aseguramiento.
Las singularidades de los mercados de aseguramiento
—como las restricciones del sistema de precios, las características
intrínsecas del aseguramiento como bien económico
y sus dimensiones de bien público, sus externalidades, la
selección de riesgo y sus efectos adversos para la equidad y la
eficiencia— justifican consolidar una diversificación de riesgos
adecuada y estable, y orientar su financiamiento por el
principio de solidaridad, sea mediante cotizaciones obligatorias
o bien con cargo al presupuesto nacional. Este artículo
hace una revisión crítica de los postulados del denominado
manejo del riesgo social que en materia de protección social
circunscribe las responsabilidades del Estado al combate de la
pobreza mediante redes de protección, que contrapone las políticas
focalizadas a las universales, desestima la solidaridad
del aseguramiento y hace hincapié en la responsabilidad individual
para asegurarse contra riesgos.