Descripción
Este artículo postula que la realización de derechos económicos,
sociales y culturales permite avanzar hacia una mayor
igualdad de oportunidades, tanto para acceder al bienestar
como para la afirmación de la diferencia en el campo de la
identidad. Este desarrollo en el ejercicio efectivo de derechos
debe complementarse con nuevas formas de ciudadanía, vinculadas
con el acceso al intercambio mediático y la mayor
participación en la sociedad del conocimiento. Sólo por esta
vía parece factible proporcionar un fundamento ético a políticas
sociales y de desarrollo que han sido despojadas de fundamento
ideológico. En este escenario es preciso construir una
cultura política que trascienda el carácter meramente formal
de los procedimientos y traduzca la acción política en prácticas
de comunicación entre actores diversos. La construcción
cultural de la ciudadanía democrática pasa por ese pacto o
contrato, que debe dar cabida a las voces de una amplia gama
de actores sociales y tener capacidad real de prescribir formas
de reciprocidad y reconocimiento, tocando ámbitos tan diversos
como el acceso a la justicia, a los servicios sociales, al debate
político informado y a emitir opiniones en los medios de
comunicación.