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Los países congregados en la Reunión Especial del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) sobre el “Futuro del Trabajo”, que culminó hoy en la sede principal de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago de Chile, rindieron un homenaje al legado del abogado chileno Hernán Santa Cruz, una de las figuras más importantes de la diplomacia latinoamericana y mundial, integrante del Comité de Redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos y autor de iniciativas tan trascendentales como la creación de la CEPAL en febrero de 1948.
Durante la ceremonia, en la que se conmemoró el 75º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la CEPAL presentó la reedición de los tres tomos que componen las memorias de Hernán Santa Cruz, obra titulada Cooperar o perecer: el dilema de la comunidad mundial, originalmente publicada en 1984 y concebida por su autor como “una visión latinoamericana de la gestación, logros, obstáculos y perspectivas del sistema de las Naciones Unidas para dignificar al ser humano y a los pueblos”. Esta obra constituye una crónica ricamente documentada de la génesis del multilateralismo al inicio de la posguerra y de los avances y retrocesos que caracterizaron su trayectoria entre 1945 y 1990.
El evento estuvo encabezado por José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL; Alberto van Klaveren, Ministro de Relaciones Exteriores de Chile; la Embajadora Paula Narváez, Presidenta del ECOSOC y Representante Permanente de Chile ante las Naciones Unidas, y Rodrigo Santa Cruz, hijo de Hernán Santa Cruz. Participaron también el profesor Mikel Mancisidor, Miembro del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas, y Mariano Fernández, ex Ministro de Relaciones Exteriores de Chile.
El Canciller Alberto van Klaveren destacó la importante participación que tuvo Hernán Santa Cruz en iniciativas como la elaboración de la Declaración Universal de Derechos Humanos “donde hizo presente la voz de América Latina y, con la fuerza que lo caracterizaba, insistió en la inclusión de los derechos económicos y sociales”.
Recordó, asimismo, que, con el argumento de que también América Latina había sido afectada por la Segunda Guerra Mundial y que su economía se había resentido, en parte por la contribución que la región hizo ofreciendo materias primas a las fuerzas aliadas, “pudo convencer a unas Naciones Unidas un tanto escépticas frente a la necesidad de disponer de una institución como la CEPAL, que ha tenido una actuación tan importante en la generación del pensamiento económico latinoamericano”.
La Embajadora Paula Narváez, por su parte, resaltó que memoria, legado y mutilateralismo son tres elementos esenciales de Hernán Santa Cruz.
“El Embajador Santa Cruz presenta en sus memorias una ardua pero ecuánime defensa al multilateralismo y en particular, en la importancia de trabajar conjuntamente para lograr un mundo sin hambre ni pobreza, un mundo en el que la dignidad humana se base en el respeto a los derechos humanos, en la autodeterminación de los pueblos y en donde la eliminación de la desigualdad sea preponderante”, destacó.
En su intervención, el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, subrayó la reedición de las memorias de Hernán Santa Cruz y resaltó que las ideas, el pensamiento y el diagnóstico contenidos en la obra testimonial del reconocido diplomático chileno continúan vigentes y actuales.
“Como bien lo señala Hernán Santa Cruz en la presentación del libro que reeditamos hoy, ‘desde la Segunda Guerra Mundial la humanidad no ha vivido una situación tan crítica como la presente. Está enfrentada a una variedad de crisis que se extienden a todos los confines de la tierra’. Cuarenta años después, el mundo sigue ante el mismo dilema de ‘cooperar o perecer’”, afirmó el máximo representante de la CEPAL.
Agregó que hoy, en medio de una cascada de crisis y fuertes tensiones geoeconómicas y geopolíticas, además de conflictos armados en los que varios países y potencias tienen posicionamientos claros que ven como temas de seguridad nacional, hacen falta propuestas esperanzadoras y diálogos y procesos que eviten un escalamiento de las rivalidades y canalicen las energías y esfuerzos por caminos de paz, prosperidad y bienestar económico y social.
José Manuel Salazar-Xirinachs instó a “hacer nuestro, y con orgullo”, el legado de Hernán Santa Cruz facilitando la acción conjunta para revitalizar el multilateralismo e impulsando la implementación de los compromisos existentes y acordando soluciones nuevas a los nuevos desafíos.
“Es hora de desatar la imaginación y buscar nuevas aproximaciones, propiciar cambios transformacionales, imaginar instituciones renovadas, ser constructores de un futuro más justo, productivo, inclusivo y sostenible, tal como lo hiciera Hernán Santa Cruz”, destacó.
En representación de la familia de Hernán Santa Cruz, su hijo Rodrigo subrayó el papel protagónico que tuvo su padre en la elaboración de Declaración de los Derechos Humanos y en la creación de la CEPAL.
“Para mi padre, que siempre tuvo puestas sus esperanzas en un mundo mejor para todos, y en especial para los más necesitados, Naciones Unidas es una organización insustituible. Para él habría sido un sueño imaginar que más de 70 años después de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la creación de la CEPAL estaríamos recordándolo acompañados de representantes de 54 países en esta sesión especial del ECOSOC”, afirmó.