Comunicado de prensa
Muchos países han diseñado políticas de incentivos para atraer la inversión extranjera directa (IED) y promover exportaciones basadas en zonas especiales para la exportación o zonas francas. Una nueva publicación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) analiza estas herramientas y entrega nuevas propuestas para sustituirlas, teniendo en consideración que varios de los incentivos actuales deberán ser desmantelados durante 2015 ya que contravienen algunas disposiciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El estudio Incentivos públicos de nueva generación para la atracción de inversión extranjera directa (IED) en Centroamérica, preparado por Jorge Mario Martínez, Jefe de la Unidad de Comercio Internacional e Industria de la Sede Subregional de la CEPAL en México, identifica buenas prácticas internacionales, con énfasis en los mecanismos de apoyo a los servicios, a los incentivos a la investigación y desarrollo, y a los ligados al medio ambiente.
Tomando en cuenta los casos de Costa Rica, Panamá, Nueva Zelandia, República de Corea, Singapur, China y los países del Medio Oriente y África del Norte (MENA), el informe busca alternativas frente a las regulaciones de la OMC que prohíben algunos de los incentivos existentes, como las exoneraciones de impuestos supeditadas al desempeño exportador o al empleo de productos nacionales por parte de las empresas ubicadas en zonas francas, ya que tienen un impacto directo en los términos de intercambio y son considerados subsidios al tenor del Acuerdo Sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias de la OMC.
Por su condición de pequeñas economías y de países en desarrollo, las naciones de Centroamérica obtuvieron un período de transición para adaptar sus incentivos y cumplir con las normas de la OMC. Sin embargo, este período termina impostergablemente el 31 de diciembre de 2015.
De allí la necesidad de analizar las diferentes opciones de política económica para sustituir los subsidios prohibidos, de manera que no afecten la IED y las exportaciones, sino que fomenten un mayor vínculo de las empresas de las zonas francas con una agenda nacional de desarrollo, indica el estudio.
Según cálculos de la OMC, las exenciones de impuestos y estímulos fiscales han llegado a constituir hasta 5,6% del PIB en México y 1% del PIB en Costa Rica en 2005. La publicación propone incentivos de nueva generación que equilibren la necesidad de atraer IED con apego a las normas del organismo mundial.
Entre ellos se encuentran los incentivos especiales como los subsidios a los servicios, sector que más ha crecido en los últimos años, incluso por encima del comercio de bienes. En este campo el ejemplo de Singapur es interesante y podría ser replicado por los países centroamericanos con el fin de atraer servicios portuarios, financieros y de investigación y desarrollo.
Existen también excepciones en el área del medio ambiente. Los países pueden imponer medidas a la importación, o bien apoyos al desarrollo relacionados con la salud, la vida de las personas, los animales y los vegetales.
La publicación indica otras herramientas relevantes que se podrían utilizar, como el diseño de incentivos a la IED y las exportaciones que se vinculen a las zonas más pobres o de menor desarrollo relativo, ligar las ayudas o incentivos a la incorporación de determinados insumos nacionales, y esquemas de apoyo para las empresas que realicen investigación y desarrollo.