En un esfuerzo público-privado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), junto a gobiernos y empresas de Nicaragua, República Dominicana, Ecuador y Colombia, ha calculado la huella de carbono para siete productos de exportación de la región.
Durante los meses de octubre y noviembre se están llevando a cabo cuatro seminarios sobre las estrategias del sector exportador frente al cambio climático y la utilización de la huella de carbono como herramienta para reducir las emisiones y para el mejoramiento de la gestión interna de las empresas.
En estos encuentros el organismo de las Naciones Unidas entrega los resultados de los estudios piloto de medición para el cacao, el café, el banano, la uchuva, la stevia, el camarón y el aceite de palma, realizados a partir de la información proporcionada por 40 empresas de los cuatro países que hacen parte del proyecto Huella de carbono y exportaciones de alimentos, que coordina la División de Comercio Internacional e Integración de la CEPAL.
Cada uno de los estudios busca medir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de productos del sector de alimentos que se destinan a mercados de países desarrollados y a partir de sus resultados definir planes de acción para avanzar tanto en la reducción de emisiones como en la competitividad de sus exportaciones.
En cada caso analizado se identificaron las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero a partir del proceso productivo. Se trata de un cálculo basado en el ciclo de vida de cada producto, que considera desde las materias primas hasta la llegada al mercado de exportación, incluyendo su traslado internacional.
Así mismo la CEPAL presenta recomendaciones a partir del análisis realizado a cada cadena productiva. En el caso de los productores, aconseja hacer uso de agroquímicos menos contaminantes y la asistencia técnica en la implementación de manejo agronómico integral, entre otros.
También enfatiza en la importancia de que los gobiernos se involucren tanto en la promoción del ordenamiento territorial, como en la elaboración de protocolos nacionales de emisión y acreditación y una estrategia de explotación.
"La asociación público-privada es un elemento facilitador clave para lograr el éxito de las iniciativas de cálculo de huella, especialmente en las empresas de menor tamaño. También la asociación de cooperativas o gremios sectoriales para desarrollar proyectos de cálculo de emisiones y sostenibilidad ambiental, permite aunar esfuerzos, mejorar competencias técnicas, bajar costos, crear y posicionar la marca del producto", dijo Alicia Frohmann, consultora de la División de Comercio Internacional e Integración, durante el seminario La huella de carbono en las exportaciones de alimentos: experiencia de Ecuador y otras iniciativas público-privadas, que se realizó en Guayaquil los días 28 y 29 de octubre.
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