Nota informativa
La noción del estado de bienestar ha tendido a ver las dimensiones tecnológicas como secundarias en el modelo de desarrollo, en lugar de vincularlas profundamente con la gobernanza del Estado. Sin embargo, para tener una reactivación con igualdad y sostenibilidad, es clave que el bienestar social esté de la mano con la transformación digital y sea un elemento clave en el modelo de desarrollo, afirmó hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La alta funcionaria de las Naciones Unidas expuso en el Diálogo de Alto Nivel Tecnologías Digitales en tiempos de COVID-19, el cual contó con la participación de 13 representantes de la región; Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú. La reunión fue organizada conjuntamente por la CEPAL y los Ministerios de Tecnologías de Colombia y del Ecuador, en el marco de la Agenda Digital para América Latina y el Caribe (eLAC2020), que tiene como misión promover el desarrollo del ecosistema digital en América Latina y el Caribe, mediante un proceso de integración y cooperación regional, fortaleciendo las políticas digitales que impulsen el conocimiento, la inclusión, la equidad, la innovación y la sostenibilidad ambiental.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Alicia Bárcena; Karen Abudinen, Ministra de Tecnologías de la Información y la Comunicación de la República de Colombia –actual presidenta de eLAC-; y Andrés Michelena, Ministro de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información de la República del Ecuador, quien asumirá próximamente la presidencia del eLAC.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL realizó una presentación en donde abordó los desafíos y pendientes que tiene la región en materia digital, así como el rol que tienen las nuevas tecnologías en el combate a la pandemia del COVID-19, y la importancia que tendrá en la futura reactivación con igualdad de la región.
“La innovación digital trae muchas ventajas para luchar contra el COVID-19 y facilitar el distanciamiento social, pero también involucra algunos riesgos. El surgimiento de la pandemia ha puesto de manifiesto problemas estructurales en los ámbitos económico y social, a los que se suman la exclusión digital, y otros problemas relacionados con la privacidad y seguridad”, aseguró Alicia Bárcena.
Destacó, además, que esta pandemia ha puesto de manifiesto la importancia del Estado y de sus instituciones para proteger los derechos de los ciudadanos y cómo asegurar que se cubran las necesidades básicas, y por supuesto, ha evidenciado que gran parte de estos servicios requieren ser apoyados por las tecnologías digitales, ya que ofrecen canales importantes entre el estado y la ciudadanía, facilitando la toma de decisiones, mediante la captura y el análisis de grandes cantidades de información.
La máxima representante de la CEPAL también recordó las enormes brechas que aún tiene América Latina y el Caribe, no solo en tecnología sino también en materia de salud, y que pueden justamente estar afectando el cómo estamos combatiendo esta pandemia.
“En la región debemos trabajar en la universalización de Internet”, agregó. “Si bien aún pueden existir algunos problemas de oferta, la principal brecha que tenemos está en la demanda, porque la población en su mayoría está cubierta en acceso al 3G o 4G en términos de redes móviles, pero aún tenemos 210 millones de latinoamericanos y caribeños no conectados, principalmente por problemas socioeconómicos, por problemas de acceso, por problemas de la brecha social que vive nuestra región”, agregó Bárcena.
Añadió que otro de los problemas que enfrenta la región se vincula con la baja velocidad de la conexión, la cual impide el uso simultáneo de aplicaciones y servicios digitales.
Cabe señalar que un estudio que CEPAL realizó en siete países de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay) arrojó que menos del 25% de los empleados formales puede trabajar desde sus casas, menos del 40% de los niños vive en un hogar conectado; y solo el 43% de las escuelas públicas primarias utilizan internet con fines pedagógicos. Por otro lado, más del 90% de las empresas se encuentran conectadas, pero solo el 33% lo usa para la adquisición de insumos; y menos de la quinta parte de dichas empresas tienen canales de venta digitales.
La alta funcionaria llamó a que la reactivación sea diferente, y esté basada en la innovación, en un mayor valor agregado de nuestros productos, que verdaderamente se desarrolle una política industrial, tecnológica y digital y que, por cierto, pueda propiciar un estado de bienestar. También utilizar las tecnologías digitales para una reactivación con igualdad y sostenibilidad, donde se incorpore a la ciudadanía con mayor acceso a la información y transparencia, subrayó.
“Lo que queremos es un gobierno digital, igualitario y transformador, con infraestructura digital, acceso e inclusión, banda ancha, disponibilidad de dispositivos, mayor oferta de soluciones en materia de telesalud, teleducación y teletrabajo, que permita transitar a una industria 4.0, la digitalización Mipyme, una economía basada en datos y un mayor comercio digital. De esta forma, poder tener economías más sostenibles, con energías no convencionales y ciudades inteligentes”, afirmó Alicia Bárcena.
Cabe recordar que en la VI Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información en América Latina y el Caribe, que tuvo lugar en Cartagena de Indias en abril de 2018, 23 gobiernos de la región aprobaron la declaración de Cartagena y la Agenda digital para América latina y el Caribe (eLAC 2020), ahí se adoptaron un conjunto de prioridades de políticas centradas en facilitar la transformación digital, la importancia del acceso universal, la expansión de la economía digital y el fomento de un mercado digital regional, entre otros. La próxima Conferencia ministerial se llevará a cabo a fines de este 2020 y asumirá la presidencia la República del Ecuador. Este proceso abre una oportunidad para promover aún más estos compromisos y transitar hacia un Estado de bienestar digital.