Una invitación a pensar en un nuevo estilo de desarrollo para la región, más sostenible e igualitario, hizo este lunes 29 de julio Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), a los estudiantes que cursan, en Santiago de Chile, la vigésima edición de la Escuela de verano sobre economías latinoamericanas del organismo regional de las Naciones Unidas.
“Este curso de verano no es solo un curso de economía. Es una escuela de economía política, porque la CEPAL es un centro de pensamiento y nos hemos jugado por teorías del desarrollo, por ser pioneros en investigaciones técnicas, metodológicas, pero también por interpelar constantemente al modelo de desarrollo, por interpelar a la desigualdad, por interpelar a la economía tradicional. Esta es nuestra tarea”, argumentó la alta funcionaria en el seminario de inauguración del programa.
Durante su intervención, Bárcena se refirió a las actuales tendencias internacionales: desde el largo e incierto proceso europeo del Brexit hasta las tensiones comerciales, tecnológicas y militares entre China y Estados Unidos, pasando por las dificultades para implementar el Acuerdo de París sobre cambio climático, la desaceleración económica y comercial global, el retroceso de la globalización (globalization backlash) y debilitamiento del multilateralismo.
“La CEPAL ha seguido argumentando que el resultado del predominio de las coaliciones neoliberales ha conducido a desequilibrios sociales, económicos y ambientales. Y estos desequilibrios están poniendo en jaque la estabilidad del sistema internacional”, remarcó Bárcena, quien llamó a los estudiantes a enfocarse en las brechas estructurales que impiden avanzar a la región, especialmente la tecnológica y productiva.
Bárcena hizo un repaso del pensamiento de la CEPAL en la última década, etapa que se inició con el documento La hora de la igualdad. Brechas por cerrar, caminos por abrir en 2010 y que se ha mantenido hasta la última reflexión institucional publicada en 2018: La ineficiencia de la desigualdad, dijo.
La falta de diversidad productiva es la fábrica de la desigualdad en América Latina y el Caribe, sostuvo la alta funcionaria, quien también cuestionó la “cultura del privilegio”, que naturaliza las desigualdades y que impera en la región desde la época colonial.
Finalmente, se refirió al gran impulso ambiental (environmental big push) propuesto por la CEPAL para transitar hacia un estilo de desarrollo más sostenible ambientalmente e inclusivo socialmente.
En la actual edición de la Escuela de verano -que se realiza del 15 de julio hasta el 30 de septiembre- participan 40 estudiantes de 19 países del mundo: Alemania, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Francia, Guatemala, Honduras, India, Italia, México, Nicaragua, Reino Unido, Uruguay y Venezuela.
Entre las motivaciones para participar en el programa expuestas por los estudiantes al inicio del encuentro se destacaron la posibilidad de intercambiar conocimientos y experiencias con académicos y alumnos, aprender más sobre el enfoque estructuralista y el pensamiento cepalino en la actual era hiperglobalizada y abordar los retos y problemas comunes de los países de América Latina y el Caribe.
En la apertura del seminario, que finaliza este martes 30 de julio, también participaron el Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, Mario Cimoli, y el Coordinador de la Escuela de verano, Gabriel Porcile, así como representantes del Institute for New Economic Thinking (INET), que colabora en la realización del curso.
El evento también contempla dos clases magistrales de Alex Izurieta, Oficial Superior de Asuntos Económicos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), y presentaciones de exalumnos de la Escuela.