Noticias
El seminario abordó la fuerte interconexión entre economía y biodiversidad y el rol que la naturaleza juega en el bienestar de las personas, en la seguridad nacional, los empleos y en lograr un desarrollo sostenible.
El invitado principal del seminario fue el profesor Sir Partha Dasgupta, quién entregó mensajes claves de su reporte “La Economía de la Biodiversidad”. Dasgupta destacó que la invisibilización del valor real de la naturaleza sin que la producción incluya los costos de las externalidades negativas, ha generado que las economías más pobres como las de América Latina y el Caribe, estén prácticamente subsidiando a los países más desarrollados, sin cobrar por los costos o impactos en la naturaleza, exportando “barato” las riquezas y quedándose con los daños. El profesor también mencionó que “no tiene sentido estudiar la pobreza sin estudiar la naturaleza”, ya que la naturaleza provee de una variedad de bienes y servicios fundamentales para la supervivencia y modos de vida de las personas (e.j. alimentos, energía, agua), especialmente de los grupos más vulnerables y pobres de la sociedad, frase que fue complementada por Jeannette Sánchez, directora de la División de Recursos Naturales de la CEPAL, quién dijo que también los procesos de desarrollo de los países ricos se explican desde la apropiación de los recursos naturales. Por otro lado, la relevancia de estudiar la naturaleza de forma integrada fue igualmente enfatizada por el profesor, quién resaltó que los procesos ambientales están fuertemente interconectados y que cambios o alteraciones en uno de los servicios que entrega la naturaleza puede producir efectos drásticos sobre otro, así como también impactos en el bienestar de las personas que dependen de ellos.
El evento también contó con un mensaje de Susana Gardner, directora de la División de ecosistemas del PNUMA, quien destacó que casi el 50% del producto interno bruto en ALC depende de la naturaleza y sus servicios (e.g. agricultura y pesca). Juan Bello, asesor senior del Subprograma de Ecosistemas Saludables del PNUMA por su parte rescató que las transformaciones deben comenzar en aquellos sectores que tienen más impacto sobre la biodiversidad y que se deben repensar aquellos subsidios que históricamente han validado los procesos que afectan la naturaleza, invirtiendo por el contrario en nuevas cadenas de valor basadas en un uso sostenible de la biodiversidad.
Por otro lado, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su intervención realizada por Ana Sánchez, recalcó la fuerte interdependencia entre naturaleza y empleos, reflejada en que el 19% de los trabajos en ALC están estrechamente ligados a la biodiversidad. En ese sentido, se refirió a la necesidad de preservar la biodiversidad para preservar los empleos, transformando los sectores para generar “trabajos verdes”. Sin embargo, la región tiene una estructura laboral vulnerable que plantea fuertes desafíos estructurales como el alto nivel de empleo informal en la región. Para promover una transición justa, la OIT plantea: evitar modelos basados en “todo sigue igual”, reconocer que el empleo y bienestar dependen de la naturaleza, fortalecer las capacidades de todos los actores, multiplicar experiencias con buenos resultados, generar oportunidad en MIPYMES para ser sosteniblemente responsables, otorgar opciones de empleos verdes e identificar brechas de nuevas habilidades para potencial carreras con mirada ambiental.
Jeannette Sánchez, directora de la División de Recursos Naturales de la CEPAL destacó que existen en la región una variedad de experiencias locales que han demostrado que el cuidado de la biodiversidad es compatible con mejoras productivas y el foco debería estar en escalar estás prácticas para favorecer una recuperación transformativa. La CEPAL ha planteado una propuesta de Gran Impulso para la Sostenibilidad para reorientar políticas, inversiones, regulaciones y régimen de impuestos de manera coordinada con múltiples actores para promover un cambio estructural progresivo hacía una recuperación justa y verde. Dentro de los sectores que podrían ser catalizadores de la transformación están: Transición energética hacia fuentes renovables, Movilidad sostenible y espacios urbanos sustentables, Revolución digital, Industria manufacturera de la salud, Bioeconomía, recursos biológicos y ecosistemas naturales, Valorizar y expandir la economía del cuidado, Economía circular y Turismo sostenible. Otras propuestas de la CEPAL son que los servicios ecosistémicos representan servicios básicos para la población y los Estados deben asegurarlos; Priorizar la atención a las causas directas e indirectas y desde distintos sectores del declive de estos servicios, en especial reorientar los incentivos perjudiciales; se debe avanzar y fortalecer la integración de la biodiversidad, la armonización y la coordinación de políticas e instrumentos, con especial promoción de modelos colectivos y multi-actor de producción local, así como tener un multilateralismo activo.