Nota informativa
Aunque América Latina es la segunda región del mundo que emite menos gases de efecto invernadero, las consecuencias son observables y las emisiones siguen creciendo.
Si no se toman las medidas necesarias veremos a fines de este siglo importantes impactos en la agricultura, en la biodiversidad y fuertes presiones sobre la infraestructura, así como aumentos en los eventos atmosféricos extremos que afectarán tanto a la población, a la producción y en consecuencia a la economía con un incremento de precios. La atmósfera es un bien público global y su preservación es un deber actual e ineludible. Por lo tanto es necesario que cambiemos nuestros estilos de vida.