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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) participó en el Foro Regional Tripartito de Intercambio de Conocimientos organizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este encuentro tuvo como finalidad generar un espacio para debatir soluciones innovadoras que fomenten la formalización en América Latina y el Caribe.
Marco Llinás, director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la CEPAL, partió su presentación destacando que la región enfrenta tres trampas estructurales que obstaculizan su desarrollo: baja capacidad de crecimiento, alta desigualdad y limitadas capacidades institucionales. Señaló que América Latina y el Caribe creció apenas un 0,9% entre 2014 y 2023, reflejando un problema estructural de larga data. Según Llinás, esta situación está profundamente vinculada a la gran heterogeneidad en la productividad entre empresas de distintos tamaños, sectores y territorios, la cual se exacerba cuando se tiene en cuenta al sector informal, y teniendo en cuenta la gran proporción del empleo representado por las MIPYMES, tanto formales como informales.
Ante esta realidad, Llinás destacó la importancia de implementar políticas de desarrollo productivo (PDP) como una herramienta esencial para aumentar la productividad de un segmento importante de empresas informales que tengan potencial de mejorar su productividad y, de esa forma, poder abordar los costos que implica la formalidad que lleve a mayores niveles de formalidad. “Para ello se requiere adoptar una nueva visión de las políticas de desarrollo productivo, que incluye un trabajo colaborativo de los sectores público y privado, junto con la academia y la sociedad civil, para identificar y abordar los cuellos de botella que limitan la productividad”, señaló.
Una forma de organizar estos esfuerzos de desarrollo productivo es a través de iniciativas clúster. “Las iniciativas clúster nos permiten articular empresas y actores de diferentes tamaños con la finalidad de mejorar tanto la productividad al interior de las empresas, como el entorno económico específico de las empresas de aglomeraciones económicas”, explicó Llinás. Para promover esta visión, la CEPAL ha desarrollado una plataforma de iniciativas de clústeres y otras iniciativas de articulación productiva. Tras un año de funcionamiento, esta plataforma ya cuenta con más de 370 aglomeraciones empresariales registradas, con el objetivo de favorecer el aprendizaje regional de buenas prácticas y promover la colaboración entre países y territorios.
Finalmente, Llinás cerró su intervención reiterando que para abordar la informalidad en la región se requiere un enfoque integral, donde las políticas de desarrollo productivo desempeñen un rol central. “Solo a través del escalamiento de estas políticas y un trabajo articulado entre múltiples actores será posible reducir la informalidad, mejorar la productividad y promover mayores niveles de bienestar para la población de América Latina y el Caribe”, concluyó.