Colombia y la región deben poner las políticas de desarrollo productivo en el centro del debate público con miras a superar la trampa de baja capacidad para crecer
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Colombia se encuentra en el puesto 17 entre 28 países de la región para los cuales la CEPAL midió su productividad laboral en 2024. Aunque el país ha avanzado en el diseño de políticas de desarrollo productivo, el organismo identifica importantes oportunidades de mejora para detonar su productividad.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó hoy en un seminario en Bogotá, Colombia, su más reciente publicación Panorama de las Políticas de Desarrollo Productivo en América Latina y el Caribe, 2025: ¿cómo salir de la trampa de baja capacidad para crecer?, con un llamado directo: sin políticas decididas en esta materia, Colombia, y la región, enfrentan el riesgo de una tercera década perdida.
El encuentro congregó a diversos actores nacionales para participar en un diálogo multisectorial sobre cómo avanzar en una nueva generación de políticas de desarrollo productivo en la región y el país.
El informe anual Panorama de las Políticas de Desarrollo Productivo en América Latina y el Caribe 2025 fue dado a conocer el pasado 9 de octubre en conferencia de prensa encabezada por el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, quien advirtió que “la disyuntiva que enfrenta América Latina y el Caribe es contundente: o iniciamos una nueva era de crecimiento alto, sostenido, inclusivo y sostenible o nos enfilamos hacia una tercera década perdida. Para evitar esto último, los países deben escalar y mejorar sus políticas de desarrollo productivo a partir de una nueva visión, que incluye, entre otras cosas, trabajar en agendas estratégicas en torno a sectores impulsores, esfuerzos colaborativos multinivel y multiactor, y la promoción de clústeres y otras iniciativas de articulación productiva”.
El documento destaca a Colombia entre cinco países de América Latina —junto con Brasil, Chile, México y Perú— que vienen implementado políticas de desarrollo productivo integrales, en línea con las recomendaciones que la CEPAL viene haciendo en la materia. La Política Nacional de Reindustrialización 2024-2034 es reconocida como un esfuerzo importante, ya que incorpora apuestas productivas y un proceso de construcción colectiva e involucró encuentros regionales con organizaciones públicas, gremiales, académicas y sociales de prácticamente todas las regiones del país.
Sin embargo, en su informe la CEPAL da cuenta de brechas entre el diseño y la implementación. Por ejemplo, los datos del sistema SisCONPES revelan que, al cierre de 2024, el avance real de la política fue de 17,37%, muy por debajo del 38,56% proyectado. El documento también advierte sobre la ausencia de mecanismos formales de coordinación y gobernanza para articular actores nacionales y subnacionales, un factor clave para el éxito de estas políticas. Adicionalmente, no se estarían utilizando las iniciativas clúster como mecanismos para organizar agendas estratégicas en torno a las apuestas productivas definidas bajo la política.
Las cifras respaldan la urgencia del llamado. Según datos de la CEPAL, en 2024 Colombia ocupaba el puesto 17 entre 28 países de la región en términos de productividad, con un promedio de 410 dólares generados por hora de trabajo a la semana. Esta cifra ubica al país por debajo del promedio regional de América Latina y el Caribe, que para este año mostró una productividad de 598 dólares por hora semanal.
“El Panoramade las Políticas de Desarrollo Productivo en América Latina y el Caribe 2025 propone una mirada renovada para nuestra región, basada en un diagnóstico claro: América Latina enfrenta una trampa de baja capacidad para crecer. La productividad se ha estancado, las brechas territoriales se han ampliado y el riesgo de una tercera década perdida es real”, señaló Ángela María Penagos Concha, Directora de la Oficina de la CEPAL en Bogotá. “Pero nuestro estudio también muestra una salida posible: una nueva generación de políticas públicas de desarrollo productivo que responden a lo que hoy marca la frontera del pensamiento económico. Colombia, como muchos otros países de la región, cuenta con una trayectoria institucional importante en esta materia, pero aún enfrenta el reto de hacer que las políticas sean más coherentes, coordinadas y transformadoras”, dijo.
En la presentación del informe, Marco Llinás, Director de la División de Desarrollo Productivo de la CEPAL, advirtió que "estamos ante una encrucijada histórica. La región enfrenta el riesgo de una tercera década perdida si no abordamos con urgencia el estancamiento de la productividad". El alto funcionario reiteró que "tanto Colombia como la región tienen ante sí la oportunidad de iniciar una nueva era de crecimiento alto, sostenido, sostenible e inclusivo, pero ello requerirá elevar el perfil político de las políticas de desarrollo productivo para escalarlas y mejorarlas, y hacer de la productividad un elemento central en el debate público".
Ante este panorama, durante el seminario los participantes reflexionaron sobre cómo Colombia puede detonar una verdadera transformación productiva.
El primer panel, enfocado en la mirada nacional, contó con la participación de Ana Fernanda Maiguashca, Presidenta del Consejo Privado de Competitividad; Hernando Zuleta, Decano de Economía de la Universidad de los Andes; Jairo Pulecio, Vicepresidente de la Junta Nacional de ACOPI; y Daniel Castellanos, investigador.
Los panelistas coincidieron, en línea con los planteamientos del Panorama de la CEPAL, en la necesidad de alinear los esfuerzos de ciencia, tecnología e innovación (CTI) con la transformación productiva de las economías nacionales y territoriales. Subrayaron que el desafío no pasa solo por aumentar los recursos destinados a CTI, sino por mejorar el diseño y la ejecución de las políticas, priorizando sectores estratégicos y fortaleciendo la pequeña y mediana empresa como base de la matriz productiva.
El componente territorial también ocupó un lugar central en la discusión. La participación de representantes de Bogotá, Boyacá, Santander y Antioquia reflejó la convicción de la CEPAL de que la transformación productiva debe construirse desde los territorios, con estrategias adaptadas a las realidades locales.
En el segundo panel intervinieron Alfredo Bateman, socio fundador de la Corporación Gestión Urbana para el Desarrollo (UrbanPro); María del Pilar López, Secretaria de Desarrollo Económico de Bogotá; Gheidy Gallo, Presidenta Ejecutiva de ProBoyacá; Juan Pablo Remolina, Director Ejecutivo de Prosantander; y Saúl Pineda, Director del Centro de Pensamiento de la Universidad EIA (Escuela de Ingeniería de Antioquia).
Los panelistas coincidieron en la necesidad de fortalecer los mecanismos de coordinación entre el gobierno central y las regiones, así como de equilibrar las estrategias de corto plazo con aquellas de largo aliento que permitan consolidar las apuestas productivas territoriales. Subrayaron, además, el rol decisivo del sector privado, que en el caso colombiano está impulsando buena parte de las agendas de desarrollo productivo a nivel regional.
El informe forma parte de los esfuerzos de la CEPAL para proporcionar orientación práctica sobre cómo los países y sus territorios pueden escalar y mejorar las políticas de desarrollo productivo para impulsar la transformación productiva de sus economías. La implementación de agendas ambiciosas de desarrollo productivo está dentro del ámbito de acción de los gobiernos y puede determinar si la región avanza hacia un futuro más productivo, inclusivo y sostenible, o enfrenta otra década perdida, dice la Comisión.
Más información:
● Informe completo. Panorama de las Políticas de Desarrollo Productivo en América Latina y el Caribe 2025. ¿Cómo salir de la trampa de baja capacidad para crecer?