Comunicado de prensa
El marco de análisis del curso se basó en la Trilogía de la igualdad para ofrecer a los asistentes el contexto político en el cual CEPAL instala la idea de generar políticas públicas que hagan posible prácticas sociales con enfoque de derechos.
En las sesiones se compartieron las propuestas que está liderando la unidad de participación social de Mercosur, así como experiencias del sistema de planificación plurianual participativa de Brasil y otras representadas por gobiernos sub-nacionales y locales de Chile, Perú, Puerto Rico y México .
Los participantes en el curso, procedentes de 13 países, 11 latinoamericanos y dos asiáticos, cerraron el ciclo de capacitación con el diseño de una estrategia de planificación participativa derivada de un caso simulado propuesto que presentaron a un grupo de expertos con el fin de recibir retroalimentación de su parte.
Trabajando con juego de roles, los asistentes pudieron simular un proceso de propuesta de dicha estrategia, durante el cual debieron persuadir a autoridades municipales y regionales de la factibilidad y la pertinencia de desarrollar ese ejercicio como herramienta de profundización de las democracias en nuestra región.
Los principales mensajes transmitidos y aprendidos durante el curso fueron:
- Todo proceso de planificación es un proceso político, de negociación, de lucha, de acuerdos entre partes con diferentes intereses y perspectivas.
- La planificación participativa como propuesta no es nueva en América Latina y el Caribe, pero la experiencia en torno a esas prácticas, si bien es abundante, ha tenido disrupciones en su continuidad, justamente por tratarse de procesos incluidos por la contingencia política de cada país.
- La planificación participativa es una herramienta vital en los procesos de profundización de las democracias en nuestros países, por lo que es necesario “seguir haciendo” a pesar de los retrocesos que con frecuencia se visualizan.
- Los esquemas gubernamentales de integración regional no han considerado como prioridad en sus agendas los procesos de planificación participativa, pero UNASUR y recientemente Mercosur han mostrado algunos avances a través de la creación, en el segundo caso, de una unidad de participación social.
- Un proceso de planificación participativa, independientemente de la escala territorial en el cual se lleve a cabo, no puede perder de vista la necesidad de formar parte de un sistema de planificación multiescalar a nivel nacional.
- Antes de iniciar un proceso de planificación participativa se debe realizar un análisis político estratégico para observar si las condiciones del contexto harán favorable el proyecto o no.
- Si bien estos procesos de planificación participativa tienen un componente técnico-racional y un componente de carácter más político, necesitan de una mística que muchas veces es representada por líderes o lideresas de estos procesos, imprimiendo de energía necesaria a estas trayectorias que nunca son unidireccionales y por tanto son en sí mismas contradictorias.
- El proceso de aprender a generar planificación participativa se logra siempre que se “haga” el proceso. Aquí es la praxis la que cobra protagonismo: sólo planificando se aprende a planificar.
Con este curso, el ILPES reafirma la importancia de la capacitación y el desarrollo de metodologías y mecanismos de coordinación para que se viabilice efectivamente la participación ciudadana en los procesos de diseño, formulación, seguimiento y evaluación de políticas, por cuanto esta constituye una exigencia cada vez más recurrente en una sociedad civil empoderada.