CEPAL reconoce avances en sector productivo agrícola, pero señala oportunidades de mejora
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El organismo destacó la necesidad de avanzar hacia una agenda regional de desarrollo productivo y bioeconomía, que sirva como marco integrador para el sector agroalimentario y otros sectores estratégicos.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) destacó los avances y oportunidades de mejora en las políticas dirigidas al sector agroalimentario y agroindustrial de la región, durante el diálogo “Políticas de desarrollo productivo para la agricultura y la agroindustria en América Latina y el Caribe”.
El encuentro permitió compartir experiencias y esfuerzos nacionales en el marco de las nuevas políticas de desarrollo productivo (PDP), identificar retos y oportunidades para su escalamiento, y avanzar hacia una mayor diversificación y sofisticación productiva del sector.
Durante el encuentro, Marco Llinás, Director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la CEPAL, presentó la nueva visión institucional de las PDP, que redefine estas políticas como instrumentos transversales —no restringidos al ámbito industrial— y basados en la colaboración multiactor con la gobernanza como eje fundamental, territorialización y con enfoque de priorización sectorial.
“Las políticas de desarrollo productivo deben entenderse como todas aquellas que contribuyen al proceso de sofisticación, diversificación y cambio estructural, conduciendo a un aumento de la productividad con sostenibilidad e inclusión”, afirmó Llinás. “El objetivo último es lograr un desarrollo más productivo, sostenible e inclusivo, e incrementar el bienestar de la población”.
En las palabras inaugurales, Adrián Rodríguez, Jefe de la Unidad de Desarrollo Agrícola de la CEPAL, destacó que varios países de la región vienen trabajando en la formulación de nuevas políticas agroindustriales, diseñadas con base en evidencia y en diálogo con los actores locales.
“Este encuentro es una oportunidad para reconocer el progreso alcanzado y, al mismo tiempo, identificar los retos que enfrentamos para escalar estos esfuerzos”, subrayó Rodríguez.
Por su parte, Joaquín Arias, Coordinador del Observatorio de Políticas Públicas para los Sistemas Agroalimentarios del IICA, celebró la coincidencia entre las visiones institucionales de ambas organizaciones.
“Vivimos un momento de creciente complejidad de los sistemas agroalimentarios, que requieren políticas transformadoras, basadas en evidencia y resultados medibles”, indicó.
En la misma línea, João Intini, Oficial Superior de Políticas de Sistemas Alimentarios de la FAO, resaltó la importancia del trabajo conjunto entre agencias de Naciones Unidas y organismos regionales.
“Desde la FAO valoramos este diálogo con la CEPAL porque compartimos una visión sistémica de los desafíos productivos de nuestros países”, afirmó.
Experiencias nacionales: México y Chile
Diversos países de la región están impulsando políticas de desarrollo productivo (PDP) alineadas con los planteamientos recientes de la CEPAL, priorizando —de manera directa o indirecta— la agricultura, la seguridad alimentaria y la bioeconomía. Entre ellas destacan la iniciativa Nova Indústria Brasil, el Programa de Desarrollo Productivo Sostenible de Chile, la Política de Reindustrialización de Colombia y el Plan México
En concreto, Gertrudis Mercado Cruz, directora general de Industrias Ligeras, Secretaría de Economía, México. reconoció el papel estratégico de la agroindustria para el desarrollo económico, la seguridad alimentaria y la generación de empleo en el país.
“Nuestra agroindustria transforma comunidades y genera oportunidades. El Plan México es nuestra hoja de ruta hacia una reindustrialización más sostenible, que fortalezca la soberanía alimentaria, la inversión productiva y el bienestar social”, indicó.
El plan contempla un total de 13 metas con 18 objetivos concretos para aumentar la producción nacional de alimentos esenciales —como maíz, frijol, leche y arroz—, impulsar polos productivos, aumentar la producción de fertilizantes e incentivar el capital humano, con un fuerte énfasis en el desarrollo territorial.
“Generar condiciones favorables a los productores agrícolas y mejorar sus niveles de ingresos, conlleva también una mejora en su bienestar”, señaló.
Por parte de Chile, Macarena Aljaro Inostroza, directora de Programas y Consorcios Tecnológicos de la Gerencia de Capacidades Tecnológicas de CORFO, presentó las acciones que impulsa el país para fortalecer su desarrollo productivo, junto con los principales retos de escalamiento e innovación.
“En CORFO trabajamos para potenciar la innovación, el emprendimiento y la transformación productiva, con el objetivo de alcanzar un desarrollo sostenible, equitativo y territorialmente equilibrado”, afirmó.
La representante subrayó que el sector agroalimentario representa el 24% de las exportaciones nacionales, y que el desafío actual pasa por aumentar el valor agregado y la sostenibilidad ambiental de los productos. En ese sentido, mencionó que la industria enfrenta retos vinculados a los cambios demográficos, las preferencias de los consumidores, las nuevas regulaciones, la aceleración tecnológica y el cambio climático, factores que exigen una respuesta coordinada y de largo plazo.
Según Aljaro, el enfoque de trabajo de CORFO se apoya en cinco principios fundamentales: una priorización estratégica, un abordaje sistémico de los desafíos, una dinámica asociativa, la participación activa de la industria, la academia y el sector público, y una visión de largo plazo.
Hacia una agenda regional para fortalecer la bioeconomía
En el cierre del encuentro, Marco Llinás destacó que los avances de países como México y Chile reflejan una visión territorial y colaborativa de las políticas de desarrollo productivo, donde los polos de desarrollo de México y los Programa Transforma de Chile muestran la importancia de articular a los distintos actores públicos, privados y académicos para garantizar la continuidad de las políticas.
El director señaló que los esfuerzos actuales van en la dirección correcta, pero que aún existen espacios de mejora en el diseño de instrumentos, el fortalecimiento de las gobernanzas multiactor y multinivel, y en las capacidades técnicas e institucionales de los equipos públicos que lideran estos procesos.
“Desde la CEPAL queremos avanzar hacia una agenda regional de desarrollo productivo y bioeconomía, que sirva como marco integrador para el sector agroalimentario y otros sectores estratégicos. Esta conversación demuestra el compromiso y la voluntad de los países, y pueden contar con la CEPAL para seguir acompañando este proceso”, concluyó Llinás.