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El miércoles 7 de diciembre se realizó el webinario titulado “Trabajo decente y economía social y solidaria en América Latina y el Caribe: Avances y desafíos a partir de la Resolución de la 110ª Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT”, organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Oficina de Coordinación del Desarrollo de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (DCO LAC) y la Red Intercontinental para la Promoción de la ESS (RIPESS LAC), en el marco de las actividades del Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la ESS (UNTFSSE).
El conversatorio virtual estuvo enfocado en discutir el creciente impulso y los desafíos de la ESS como herramienta para promover el trabajo decente y el desarrollo sostenible en América Latina y Caribe, en el contexto de la Resolución y Conclusiones relativas a estas temáticas y que fue adoptada durante la 110ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de la OIT que se efectuó en junio de 2022.
La primera parte del evento contó con las palabras de bienvenida del Director Regional para América Latina y el Caribe de la Oficina de Coordinación para el Desarrollo de Naciones Unidas, Roberto Valent, quien señaló que la coordinación interinstitucional, que permitió la realización de esta primera actividad en el marco del UNFTSSE, se propone discutir retos y oportunidades de la ESS para promover el trabajo decente y desarrollo sostenible en la región, considerando el creciente impulso internacional de esta herramienta para el diseño de políticas públicas y el desarrollo económico.
Al mismo tiempo, la autoridad regional se refirió a las fortalezas de las empresas de la ESS en relación las empresas convencionales, y destacó la contribución de este tipo de economía en el respeto a los principios y valores éticos en el desarrollo empresarial, el liderazgo de las mujeres, la equidad y el impacto socioambiental, temas todos que contribuyen directamente a promover la plena aplicación de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
A continuación, la jefa de proyectos de la OIT para América Latina y el Caribe, Olga Orozco, expuso acerca de la resolución y las conclusiones relativas al trabajo decente y la ESS adoptadas por la 110ª CIT, enfatizando que este sistema de la economía ha estado presente desde siempre en el rol y en los mandatos de esta organización y destacando este primer debate de alto nivel sobre el tema.
Al respecto, su presentación estuvo enfocada a contextualizar el desarrollo de la ESS en el mundo y la región, que alcanzó creciente atención y mayor reconocimiento tras la crisis del COVID-19 y la posterior recesión financiera. Además, entregó algunos de los principales lineamientos y definiciones sobre la ESS, su contribución al trabajo decente y al desarrollo sostenible, el rol que deben tener los gobiernos y las organizaciones de trabajadores y empleadores para apoyar una recuperación centradas en las personas y qué medidas puede adoptar la OIT para promover la ESS.
Asimismo, la autoridad de la OIT se refirió a los principios que adhieren a las oportunidades y desafíos respecto a la ESS, asegurando que muchos de ellos permiten, entre otras acciones, mejorar la productividad y evitar el incumplimiento de la legislación laboral y la vulneración de los derechos de los trabajadores.
También, señaló que para entablar un correcto diálogo social, que fortalezca el rol de la ESS en la región, es fundamental que los gobiernos establezcan un entorno propicio, los trabajadores cuenten con organizaciones que defiendan sus intereses, al mismo tiempo que los empleadores faciliten el acceso de entidades de la ESS a redes empresariales y socios comerciales.
Finalmente, a partir de esta discusión, la jefa de proyectos de la OIT aseguró que la entidad se encuentra trabajando en una estrategia a siete años, que comenzaría a desarrollarse a partir de 2023, y que tiene por objetivos mejorar la comprensión, coherencia y capacidad de realidades y necesidades vinculadas a la ESS y al trabajo decente.
Tras su exposición, la coordinadora de RIPESS LAC, Karin Berlien, reflexionó acerca del papel de esta organización en el fortalecimiento de la ESS, asegurando que comparten la necesidad de pensar en colectivo el cómo se aborda este tema en la región. En este sentido, entregó algunas directrices que han guiado el trabajo de apoyo a la ESS, ratificando que estas propuestas tienen un fundamento político, social, y filosófico, que propenden a repensar el modelo económico actual, en dirección a uno que considere factores asociados a un sistema de buen vivir.
En la misma línea, destacó la importancia de la resolución y estas conclusiones, enfatizando que los gobiernos de América Latina y el Caribe tienen un desafío en sostener la protección de la tierra y las personas, con foco en el buen vivir, lo que implica un diálogo pluralista y transversal de gobiernos, organizaciones de la ESS y organismos regionales, posibilitando la coincidencia en la construcción de políticas públicas sobre la materia.
La segunda parte del evento constó en una ronda de intervenciones de representantes de siete organismos nacionales de la región, sobre las oportunidades y desafíos para implementar en sus países las recomendaciones de la resolución y conclusiones de la 110ª CIT.
En representación de Argentina, expuso el presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), Alexandre Roig, quien destacó el proceso de formalización de la economía popular en ese país, relacionado a fortalecer el rol de los trabajadores asociativos y a impulsar una mejora en sus herramientas de cooperatividad. Al respecto, aseguró que uno de los principales desafíos es permitir una nueva forma de derecho laboral basada en relaciones sociales y en un proceso cooperativo que minimice la precarización laboral y permita sistemas de control estatales para evitar abusos.
En el caso de Chile, el jefe de la División de Asociatividad y Cooperativas del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, Cristóbal Navarro, comentó que el mandato gubernamental es la creación de un instituto en la materia, que esté caracterizado por el cofinanciamiento entre el sector cooperativo y el Estado. Además, enfatizó que este país aún necesita promover mayor conocimiento del tema, de manera que se vayan incorporando algunos principios de la ESS como la resiliencia en el modelo económico, el arraigo en los territorios y la democratización de los trabajadores al interior de las empresas.
En el mismo tema, el director de la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias (UAEOS) del Ministerio de Trabajo de Colombia, Álvaro Rodríguez, detalló algunos puntos estratégicos del reciente gobierno para modificar el rol extractivista del modelo económico a uno que fortalezca la productividad. Al respecto, aseguró que se encuentran trabajando actualmente en el fortalecimiento de redes y circuitos entre organizaciones de la ESS, el establecimiento en los territorios de una articulación entre estas organizaciones para identificar sus procesos, y finalmente la posibilidad real de que el Estado intervenga, a través de la coordinación multinivel y la disposición de material estadístico al respecto.
En tanto, el presidente del Instituto Nacional del Cooperativismo (INACOOP) de Uruguay, Martín Fernández, señaló que para ese gobierno es fundamental contar con información de calidad sobre la ESS para diseñar mejores políticas públicas al respecto y que a través del cooperativismo es posible generar mayor sostenibilidad y empleo, más aún, considerando la formalización de este último. En esta línea, apuntó a mejorar las herramientas de acceso al financiamiento, generar mayor asistencia técnica para apoyar a las organizaciones de la ESS y aumentar las capacidades de quienes se encuentren asociados.
En representación de Ecuador, la directora general del Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS), Ximena Sempertegui, expuso algunos desafíos en la materia, enfatizando la integración con los actores públicos y privados para beneficiar a las organizaciones cooperativas del sector productivo y en la concientización de la ESS como un motor para apoyar la asociatividad de manera transversal, con el fin de alcanzar distintos públicos y no solo aquellos que, históricamente, han sido asociados a la ESS o economía popular solo porque poseen un menor poder adquisitivo.
Por otro lado, el director general de Políticas Públicas, Fomento Protección y Promoción Cooperativa del Ministerio de Trabajo de Bolivia, Freddy Aruquipa, mencionó el marco legal y constitucional que ha fortalecido al sector de la economía comunitaria y social y cooperativa en ese país, detallando que existen más de 89 mil cooperativistas activos en el sector productivo. En base a ello, se han identificado acciones a mejorar vinculadas al financiamiento, la actualización de datos sobre las organizaciones, articulación de un diálogo social y mayor participación de este tipo de economía en el modelo actual.
Finalmente, desde Perú, la especialista de Capacitación de la Dirección de Cooperativas e Institucionalidad del Ministerio de la Producción del Perú, Herminia Urquiaga, afirmó que algunas de las oportunidades basadas en las recomendaciones de la OIT van en la línea de elaborar un marco normativo del sector de producción para promover el trabajo decente en la ESS y adoptar los programas de la OIT en esta materia a la realidad de este país para poder trabajar las dimensiones económica, social y medioambiental. De esta forma, comentó que se incentivaría el comercio justo, equitativo y sostenible, la innovación social y el reforzamiento de la ética y los valores en materia económica.
Este conversatorio se realiza en el contexto de algunas acciones con pertinencia regional que ha ido efectuando el UNTFSSE, grupo interinstitucional que se constituyó en Ginebra y que ha sido precursor de la cooperación entre agencias, fondos y programas de Naciones Unidas, y organizaciones de la sociedad civil en el marco de promoción de la economía social y solidaria.