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El encuentro entre CEPAL y la Universidad de Tsinghua marca el primer paso hacia una colaboración a largo plazo, explorando sinergias entre las políticas de desarrollo productivo entre América Latina y el Caribe y China.

El evento titulado "Sinergias entre las políticas de desarrollo productivo de China y América Latina y el Caribe", coorganizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Universidad de Tsinghua, representó un paso significativo en la creación de un espacio de diálogo y cooperación entre ambas regiones. A lo largo de la jornada, destacados expertos de diversos sectores compartieron sus perspectivas sobre cómo impulsar sinergias que permitan avanzar en el desarrollo productivo, destacando la relevancia de aprovechar las lecciones aprendidas de la experiencia china y adaptarlas a los contextos nacionales y regionales de América Latina y el Caribe.
Marco Llinás, director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de CEPAL, inauguró el evento señalando que el modelo de desarrollo industrial de China ofrece aprendizajes clave para la región y remarcó que este evento es “solo el primer paso hacia la consolidación del diálogo y la integración de políticas de desarrollo productivo entre ambas regiones”.
A sus palabras se sumaron las de Chen Taotao, profesora de la Universidad de Tsinghua, que mencionó la importancia de este primer encuentro. “Este es el punto de partida hacia lograr una sinergia entre las políticas de desarrollo productivo de ambas regiones”, comentó, destacando el compromiso de trabajar en una agenda común.
Lecciones del modelo industrial chino
Tras las presentaciones institucionales Zhang Jin, investigadora principal y vicepresidenta del Centro de Conocimiento Internacional del Desarrollo, inauguró el panel de discusión con un análisis exhaustivo del modelo industrial chino. En su intervención destacó cómo las políticas de largo plazo y la integración estratégica entre el estado y el mercado han sido fundamentales para el éxito del modelo industrial chino. Es por ello que “el compromiso estatal con la planificación y el desarrollo conjunto con el sector privado han impulsado avances significativos en infraestructura, tecnología y bienestar social, aunque todavía persisten desafíos”, afirmó.
Por su parte, Liang Zheng, subdirector del Instituto de Políticas de Ciencia y Tecnología de China, profundizó en el rol del estado en el diseño y ejecución de políticas industriales, poniendo especial énfasis en la relevancia de la ciencia y la tecnología como motores de desarrollo. “Las políticas de ciencia y tecnología son un elemento crucial en la industria de mi país, y el mayor impulso de estas lo da el propio gobierno”. Sobre la inteligencia artificial, agregó: “Los países deben encontrar un balance entre los riesgos y las oportunidades que esta tecnología presenta”.
En la misma línea, Yue Zhenxing, profesor y director del Instituto de Estudios de IA de la Universidad de Tsinghua, hizo énfasis en la regulación de nuevas tecnologías. “Necesitamos que el derecho regule los riesgos de la inteligencia artificial, pero a la vez encontrar el balance con las oportunidades que esta tecnología nos puede dar”. Concluyó sus palabras afirmando que “la colaboración entre China y América Latina en esta materia puede producir una mejora en ambas regiones”.
Precisamente de esta colaboración habló Yue Yunxia, subdirectora general del Instituto de Estudios Latinoamericanos. “América Latina y el Caribe debe apostar por sectores de alta tecnología y calidad, fortaleciendo sus industrias mediante una colaboración efectiva que impulse la competitividad y el progreso”, afirmó.
Perspectiva de América Latina y el Caribe
El evento también abordó la perspectiva de América Latina y el Caribe, destacando los retos y oportunidades en la relación con China. Enrique Dussel-Peters, profesor de la UNAM, que habló del papel de la salida de inversión extranjera en China, destacando los logros de la relación entre China y América Latina en los últimos 15 años. “Existe una creciente diversificación en los países y sectores que participan, como las energías renovables y la manufactura avanzada”, afirmó. Subrayó la necesidad de que la región aproveche las experiencias chinas para fortalecer sus cadenas de valor.
Fernando Sossdorf, profesor del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, resaltó la importancia de la infraestructura y la conectividad en la región. “China ha demostrado ser un caso exitoso en integrar y ascender en las cadenas de valor, algo que América Latina y el Caribe debe aprender para impulsar iniciativas como los clústeres productivos y las zonas económicas especiales”.
Andrés Cárdenas Muñoz, ex viceministro de Comercio Exterior de Colombia, señaló el papel estratégico de China en proyectos de infraestructura y transferencia tecnológica. “El estado emprendedor en China es natural, y si queremos atraer inversión debemos seguir su ejemplo”, afirmó, añadiendo que “necesitamos una visión de largo plazo y compromiso con las inversiones chinas”.
Eduardo Gómez Tamayo, director de Network Planning and Construction de CGE, presentó el proyecto de microrredes en zonas remotas de Chile como ejemplo de colaboración concreta. “Debemos convencer a las autoridades de que existen formas sustentables y colaborativas que pueden resolver problemáticas que muchas veces se tornan invisibles”.
Hacia el final del encuentro Chen Taotao retomó la palabra para presentar algunos de los casos de éxito de la colaboración de China con los países de América Latina y el Caribe. En esta línea explicó que “Tras más de una década en el territorio, China ha formado talento local, financiado proyectos y aprovechado los suministros regionales, contribuyendo al desarrollo social de América Latina”.
Finalmente, Marco Llinás cerró el evento con un llamado a continuar la colaboración: “Hoy hemos comenzado a explorar estas sinergias y ya hemos visto casos concretos que dan cuenta de ello. El reto es escalar estos casos y maximizar el impacto del trabajo conjunto. Cuenten con CEPAL para continuar profundizando esta relación no sólo con China, sino también con otras regiones del mundo”.
El encuentro reafirma la importancia de construir un espacio de diálogo continuo entre China y América Latina, proyectando una agenda de trabajo conjunto que permita aprovechar experiencias mutuas en desarrollo productivo, innovación y bienestar social.