Nota informativa
El miércoles 15 de diciembre se efectuó el primero de tres talleres del ciclo “Comunidades de Práctica para el desarrollo productivo y la innovación con un enfoque subnacional”, organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y dirigido a funcionarios y representantes de instituciones involucradas en el diseño de políticas públicas a nivel regional en Argentina, Chile y Colombia.
Este conversatorio se enmarca en el proyecto de desarrollo productivo y territorial de la Facilidad para el Desarrollo en Transición (implementada por la CEPAL con apoyo y financiamiento de la Unión Europea) en alianza con el Ministerio de Desarrollo Productivo de Argentina, la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo de Chile y el Departamento Nacional de Planeación de Colombia, y que busca, entre otros objetivos, aminorar la heterogeneidad espacial en la región y promover el desarrollo de capacidades institucionales en la programación e implementación de políticas productivas regionales.
En este primer taller se abordó la promoción de la participación de los actores locales (regionales o municipales), es decir las estrategias y metodologías para estimular la inclusión de estos actores en los procesos de formulación, seguimiento, implementación y gobernanza de políticas de apoyo al desarrollo productivo. La modalidad del encuentro consistió en el intercambio y diálogo de experiencias compartidas sobre la temática que sirvieron para aportar elementos en común y generar una dinámica de aprendizaje mutuo.
Como parte de la metodología del taller se presentaron dos casos de estudio sobre la participación de actores locales, uno de Europa y otro de América Latina. El primero estuvo a cargo de Roberto Parras, quien expuso sobre la estrategia de especialización inteligente de la Comunidad Autónoma de Valencia, mientras que el segundo lo detalló Cecilia Arango, relatando la experiencia de las Comisiones Regionales de Competitividad e Innovación de Colombia. Asimismo, oficiaron como comentaristas de estas exposiciones Celia González, jefa de la División de Fomento e Industria de la Región de Antofagasta (Chile) y Julieta Calderón, secretaria de Industria, Mipymes y Comercio de la Provincia de La Rioja (Argentina), entre otros asistentes.
El inicio del encuentro estuvo marcado por palabras de representantes de la CEPAL, que valoraron el continuo apoyo de la Unión Europea para apoyar una transformación sostenible e inclusiva de América Latina. De igual forma, acentuaron la importancia de la participación de los gobiernos subnacionales en el diseño de políticas públicas para activar las potencialidades productivas de los distintos territorios y aprovechar los conocimientos locales como catalizadores de los procesos de transformación.
En esta línea, el oficial de asuntos económicos de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la CEPAL, Marco Dini, expuso algunos lineamientos metodológicos sobre la participación enfatizando que la participación asume formas y métodos distintos según los objetivos que se persiguen. Entre estos destacan: mejorar la pertinencia de las políticas; garantizar transparencia de la información; generar una visión compartida sobre la realidad económica que se pretende apoyar; y definir prioridades en el uso de los recursos disponibles para incrementar la eficacia de las medidas de apoyo.
En relación a los casos de estudios expuestos el primero se enfocó en analizar la estrategia de especialización inteligente de la Comunidad Autónoma de Valencia. Al respecto, Roberto Parras explicó que esta iniciativa se construyó bajo fortalezas, potencialidades y oportunidades específicas de esta región española y que concentró sus prioridades en el desarrollo del conocimiento y su aplicación en el mercado.
El objetivo general de esta herramienta de especialización inteligente, denominada también RIS3, es constituir una referencia estratégica regional para las políticas de I+D+I que impulse los cambios estructurales, defina los incentivos y determine objetivos y esfuerzos para disponer de las capacidades en el ámbito de la investigación y la innovación y que contribuyan al progreso económico y social.
Respecto a la participación de los actores en esta estrategia, se detalló el trabajo conjunto de la administración pública en distintos niveles (estatal, regional y local), las empresas y su proceso de descubrimiento emprendedor, la sociedad civil, la academia y centros de investigación que generan conocimientos. De esta forma, se generó una sinergia para el territorio mediante diferentes componentes, criterios de análisis, seguimiento y evaluación de factores que sustentaron la toma de decisiones, sobre todo para descubrir oportunidades sociales y de negocio.
La segunda experiencia la expuso Cecilia Arango, secretaria técnica de la Comisión Regional de Competitividad e Innovación del Atlántico, quien se refirió a las Comisiones Regionales de Competitividad e Innovación (CRCI) en Colombia y las definió como instancias que promueven acciones para articular, incentivar y conectar a los distintos órganos a nivel departamental y subregional que desarrollan actividades dirigidas a fortalecer la competitividad e innovación en el territorio.
El trabajo de estas comisiones ha consistido en promover la articulación entre el sector público, privado, las iniciativas clúster, los emprendedores y la academia para originar sinergias que aportan al desarrollo productivo mediante la generación de entornos competitivos e innovadores, además de promover la implementación de políticas públicas que conducen al desarrollo productivo e incrementan la competitividad e innovación. Algunas de sus funciones han sido el apoyo a la implementación de la Agenda Departamental y la concreción de un diálogo entre los diferentes actores del sistema.
Por otro lado, las Agendas Departamentales de Competitividad e Innovación (ADCI) han sido una iniciativa fundamental para impulsar gestiones de estos actores y focalizar los esfuerzos en actividades que impacten de manera contundente a la mejora de la productividad y, por tanto, a la competitividad. Gracias a la labor que han llevado a cabo estas agendas se han priorizado 488 proyectos productivos, mientras que las CRCI han involucrado a más de 930 entidades públicas, privadas y académicas por medio de sus asambleas, gobernaciones, cámaras de comercio, los principales gremios, alcaldías y universidades.
Los próximos talleres de este ciclo de Comunidades de Práctica se realizarán durante marzo y abril del próximo año, centrándose en cómo identificar prioridades para la acción pública local y cómo gestionar la coordinación multinivel en programas o proyectos, respectivamente.