CEPAL contribuye a la formación en bioeconomía para el desarrollo productivo de la región
Áreas de trabajo
Durante tres días, más de 110 investigadores y docentes de América Latina y el Caribe participaron en la Escuela Virtual de Políticas Públicas y Desarrollo Rural, donde la CEPAL presentó su visión sobre la bioeconomía como eje estratégico del desarrollo productivo de América Latina y el Caribe.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), participó en la tercera edición de la Escuela Virtual Políticas Públicas y Desarrollo Rural en América Latina y el Caribe (PP-AL). La clase magistral estuvo a cargo de Adrián Rodríguez, jefe de la Unidad de Desarrollo Agrícola de la CEPAL, junto con la economista Daniela García Sánchez, de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA).
La bioeconomía: una vía para superar las trampas del desarrollo
Durante su intervención, Rodríguez contextualizó la importancia estratégica de la bioeconomía para la transformación productiva de las economías de la región. "Para la CEPAL, la bioeconomía representa un elemento central del cambio estructural y de las políticas de desarrollo productivo en la región", enfatizó el experto ante los participantes de la escuela virtual.
El especialista señaló que América Latina y el Caribe se encuentra atrapada en tres trampas que frenan su desarrollo. Particularmente, la trampa de baja capacidad para crecer se explica por una productividad estancada, baja diversificación productiva, baja inversión e insuficiente capacidad de los recursos humanos. En este contexto crítico, la bioeconomía emerge como un sector con alto poder de articulación para impulsar la productividad regional, con capacidad para conectar y potenciar otros sectores estratégicos.
Portafolio de sectores estratégicos
En la nueva visión de desarrollo productivo. la CEPAL ha identificado un portafolio de sectores estratégicos que pueden orientar la transformación productiva de los países de la región. Entre ellos, la bioeconomía, la agricultura sostenible y orientada a la seguridad alimentaria, y la economía circular figuran como pilares clave para avanzar hacia una economía más diversificada, sofisticada y sostenible.
Estos sectores, señaló Rodríguez, ofrecen un marco de referencia para que los países definan sus prioridades productivas según sus ventajas comparativas, capacidades tecnológicas y recursos naturales.
Como mencionó la bioeconomía forma parte de ello. “Desde la CEPAL vemos la bioeconomía como una ruta para la diversificación productiva, la sofisticación y el cambio estructural”, destacó Enfatizó que la bioeconomía es una vía para la agregación de valor en sectores primarios de base biológica; una ruta para el desarrollo territorial; un enfoque para la integración de agendas globales como la agenda de cambio climático y la agenda de biodiversidad con las agendas nacionales; un modelo para fomentar la convergencia entre las que las políticas ambientales y desarrollo productivo para hacer el desarrollo productivo sea sostenible. Y en general una ruta para la transición a una economía menos dependiente de los combustibles fósiles.
También destacó el poder de la bioeconomía para articular otros sectores estratégicos. Por ejemplo, mediante la bioeconomía circular (con la economía circular), la bioenergía (con la transición energética), los biomateriales (con la industria de dispositivos médicos), los biofármacos (con la industria farmacéutica y de las ciencias de la vida), la biomanufactura y el biodiseño (con la fabricación avanzada), y las aplicaciones de la biotecnología (con la agricultura para la lsleguridad alimentaria).
Tipologías de bioeconomía
Rodríguez destacó que se pueden definir al menos tres distintos tipos de tipologías de bioeconomía, dependiendode cuáles son los recursos que impulsan su desarrollo, los procesos productivos que se desarrollan a partir de los recursos impulsores, y la naturaleza de los productos que se derivan de tales procesos.
La tipología en función de los recursos impulsores incluye tres categorías
- La bioeconomía impulsada por la biomasa
- Bioeconomía impulsada por la biodiversidad y sus elementos
- Bioeconomía impulsada por las tecnologías de frontera (p. ej. Biología sintética, edición de genes, inteligencia artificial), o tecno-bioeconomía .
La tipología en función de la orientación de los sectores productivos (o bioprocesos) es más amplia, abarcando ámbitos como la conservación, el conocimiento, y restauración de recursos biológicos; los sectores primarios de base biológica; los alimentos e ingredientes y proteínas proteínas alternativas, la bioenergía; las biomanufacturas; las farmacéutica y la cosmética; los biomateriales avanzados, plataformas de servicios (p. ej., de biodiagnóstico, biomonitoreo, y biorremediación), y el desarrollo urbano.
Finalmente, indicó que la tipología en función de la naturaleza de los productos podría contemplar al menos tres categorías
- Bioeconomía de productos básicos (con poca o ninguna transformación.
- Bioeconomía de manufactura (transformación de productos básicos)
- Bioeconomía avanzada (productos de alto valor agregado).
La CEPAL reafirma su compromiso de seguir promoviendo la bioeconomía como eje del desarrollo productivo sostenible y de acompañar a los países de la región en el diseño e implementación de estrategias que fortalezcan sus capacidades territoriales.