CEPAL contribuye en la creación de la primera Cuenta Satélite de Bioeconomía en Ecuador como parte de su estrategia regional para visibilizar el valor económico de la bioeconomía
Áreas de trabajo
La bioeconomía representó el 12,3% del PIB ecuatoriano en 2023, mientras que la bioeconomía extendida aportó un 9,9%, según resultados preliminares.

“Lo que no se mide, no se puede gestionar ni mejorar”. Con esta premisa, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reafirma su compromiso con el desarrollo sostenible al promover mecanismos de medición que permitan cuantificar el aporte económico de la bioeconomía en la región. Como parte de este compromiso, el pasado 10 de junio se presentó en Quito la primera Cuenta Satélite de Bioeconomía (CSB) del Ecuador, un esfuerzo conjunto del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), el Banco Central del Ecuador (BCE), el Fondo de Inversión Ambiental Sostenible (FIAS) y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), con el respaldo técnico de la CEPAL.
Esta herramienta estadística permite visibilizar la contribución real de los recursos biológicos al crecimiento económico y a la formulación de políticas públicas basadas en evidencia. Además, al contar con la participación activa del BCE en su diseño, esta cuenta adquiere estatus oficial, asegurando solidez metodológica y continuidad institucional, elementos fundamentales para su actualización periódica y uso en procesos de planificación.
“Gracias al compromiso de sus autoridades y del equipo de Cuentas Nacionales, podemos decir que el Banco Central del Ecuador está hoy a la vanguardia en América Latina y el Caribe en materia de contabilidad satélite en bioeconomía”, afirmó Adrián Rodríguez, jefe de la Unidad de Desarrollo Agrícola de la CEPAL, durante el lanzamiento.
Una herramienta para la planificación del desarrollo
La Cuenta Satélite de Bioeconomía permite responder a preguntas cruciales para la planificación del desarrollo:
- ¿Cuál es el aporte de la bioeconomía al PIB?
- ¿Qué sectores generan mayor valor o encadenamientos productivos?
- ¿Cómo evolucionan estos sectores en el tiempo?
- ¿Qué proporción de la producción es exportada o utilizada como insumo en otras actividades?
Además de visibilizar el valor estratégico de los recursos biológicos para el desarrollo económico y ambiental del país, la CSB fortalece el sentido de pertenencia institucional al integrar la medición de la bioeconomía en el sistema oficial de estadísticas económicas.
“Pero, sobre todo, se trata de generar un proceso sostenible en el tiempo, que permita institucionalizar esta cuenta como parte de la producción regular de información económica para la toma de decisiones”, subrayó Rodríguez.
Un modelo con visión regional
El modelo aplicado en Ecuador se basa en la experiencia de la CEPAL en Costa Rica, y utiliza herramientas del Sistema de Cuentas Nacionales 2008 como las Tablas de Oferta y Utilización y la Matriz Insumo-Producto. Esto permite asegurar la comparabilidad internacional y la coherencia metodológica con otros instrumentos estadísticos oficiales.
El marco conceptual de la CSB incluye tanto la producción basada directamente en recursos biológicos como las actividades indirectamente relacionadas, ampliando la comprensión del valor de la bioeconomía más allá del sector agrícola: manufactura, distribución, servicios logísticos y otros eslabones con base biológica son considerados dentro del análisis.
Bioeconomía: apuesta estratégica para el desarrollo sostenible
Desde hace más de una década, la CEPAL promueve una visión multisectorial de la bioeconomía como motor de transformación productiva en América Latina y el Caribe. Esta visión integra sostenibilidad ambiental, equidad social, generación de empleo digno e innovación tecnológica.
Con la implementación de esta cuenta satélite, Ecuador se convierte en referente regional y consolida una herramienta esencial para avanzar hacia una economía más verde y resiliente. La CEPAL, por su parte, reafirma su rol como articuladora de esfuerzos técnicos, institucionales y financieros que contribuyan a construir un futuro más productivo, justo y sostenible para la región.