La evaluación conjunta de la CEPAL y del BID busca dimensionar los impactos integrales del huracán en sectores sociales, económicos y ambientales.

Jamaica recibió el impacto del huracán Melissa a fines de octubre de 2025, cuando el sistema atravesó la isla desde el Caribe occidental antes de debilitarse en los primeros días de noviembre. Uno de los huracanes más poderosos de la historia, con vientos sostenidos de 297 km/h, Melissa fue la tormenta más fuerte a tocar suelo en Jamaica, afectando principalmente las zonas occidentales y centrales del país, incluidas áreas costeras y centros urbanos, donde se registraron inundaciones, deslizamientos de tierra y daños generalizados en infraestructura y viviendas.

Ante la magnitud del evento, el Gobierno de Jamaica solicitó apoyo técnico internacional para evaluar los efectos del huracán. En respuesta, se desplegó una misión conjunta de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), orientada a cuantificar los daños y pérdidas causados por el fenómeno.

El equipo evaluador aplica la metodología DaLA (Damage and Loss Assessment), desarrollada por la CEPAL y ampliamente utilizada a nivel internacional para estimar de manera integral los impactos de los desastres en sectores como vivienda, transporte, educación y servicios básicos, así como sus efectos sobre la actividad económica local y el medio ambiente. Este trabajo cuenta con el apoyo del Planning Institute of Jamaica (PIOJ), que ha actuado como articulador entre el equipo evaluador y las instituciones nacionales, facilitando el acceso a información, la coordinación interinstitucional y la realización de reuniones durante la semana de inspección en terreno con organismos como la Office of Disaster Preparedness and Emergency Management (ODPEM), ministerios sectoriales y gremios de los principales sectores productivos. La evaluación permitirá dimensionar con mayor precisión las necesidades de reconstrucción y respaldar la definición de prioridades para la recuperación a corto y mediano plazo.

El trabajo de CEPAL y BID también busca generar insumos técnicos que fortalezcan el proceso de reconstrucción, incorporando criterios de reducción del riesgo de desastres y adaptación al cambio climático. En este marco, se pone énfasis en la necesidad de reconstruir mejor, promoviendo estándares de mayor resiliencia en el diseño y localización de la infraestructura y los asentamientos humanos.

La experiencia del huracán Melissa vuelve a poner en evidencia el enorme valor del stock inmobiliario y urbano concentrado en las ciudades y su alta exposición frente a eventos climáticos extremos. Proteger ese valor —acumulado durante décadas en viviendas, edificios, redes e infraestructura— exige integrar la resiliencia como un componente central de la planificación urbana y de la inversión pública, no solo para reducir futuras pérdidas económicas, sino también para resguardar la seguridad, el bienestar y el desarrollo sostenible de las comunidades.