Nota informativa
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización Panamericana de Salud (OPS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (UNFPA-LACRO) realizaron, los días 8 y 9 de diciembre, el Seminario Regional “La inclusión de pueblos indígenas y afrodescendientes en los sistemas de información en salud en el marco de la pandemia por COVID-19”, que contó con una amplia convocatoria de los países de América Latina y el Caribe, y dio continuidad al proceso de fortalecimiento de la producción de información de calidad con enfoque étnico-racial para orientar la definición, implementación y seguimiento de políticas de salud, acordes a los estándares de derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas y afrodescendientes vigentes.
En el encuentro participaron más de una centena de profesionales y técnicos de los institutos de estadísticas, ministerios de Salud y organismos internacionales, además de miembros de organizaciones indígenas y afrodescendientes y otros especialistas involucrados en el tema de los sistemas de información en salud de la región.
La sesión de apertura contó con las intervenciones de Paulo Saad, Director del CELADE-División de Población de la CEPAL; Lilia Jara Orellana, Asesora en Género, Etnicidad y Salud-Datos y Evidencias de la OPS, y Florbela Fernández, Directora Regional Adjunta del UNFPA-LACRO. Luego de la sesión apertura se dio lugar a dos conferencias inaugurales a cargo de Myrna Cunnigham, Presidenta del Consejo Directivo del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe-FILAC y de Paola Yañez, Coordinadora General de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora-RMAAD.
Durante su intervención, Paulo Saad, destacó que la demanda creciente de datos desagregados para pueblos indígenas y afrodescendientes viene de la mano de los procesos de reconocimiento y posicionamiento político por parte de estos grupos en escenarios locales, nacionales e internacionales.
Resaltó que la información es una de las metas para promover la realización de los derechos humanos y que es indispensable para la incidencia política y el proceso de rendición de cuentas.
Asimismo, señaló, la pandemia puso en mayor evidencia la importancia de las informaciones sobre salud para la definición de acciones para su contención y mitigación.
Añadió que, entre los desafíos a ser enfrentados, está la desagregación de las informaciones por condición étnico-racial, pues su ausencia puede ser vista como una expresión más de discriminación y racismo estructural y configura un escenario de mayor riesgo de estas poblaciones.
Lilia Jara Orellana, por su parte, destacó que la CEPAL, la OPS y el UNFPA tienen una larga y fructífera trayectoria de colaboración en el fortalecimiento de las capacidades para el registro de la identificación de pueblos indígenas y afrodescendientes en América Latina.
Sin embargo, advirtió que todavía hay limitaciones y vacíos en la disponibilidad de datos actualizados de calidad y en la cobertura que permitan el análisis de las múltiples y simultaneas causas de la exclusión y desigualdades.
A pesar de esto, observó, los datos evidencian que los mencionados pueblos se encuentran en una situación de mayor desventaja y desigualdad. Agregó, la pandemia ha acentuado esta situación y, si se quiere alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y no dejar a nadie atrás, hay que tener datos e informaciones fidedignas y oportunas para el monitoreo de los avances hacia una mejor salud y bienestar.
Florbela Fernández, a su vez, destacó que los pueblos indígenas y afrodescendientes siguen enfrentado brechas de desigualdad que limitan su desarrollo, participación e inclusión y que ellos, lamentablemente, aun experimentan múltiples formas de discriminación por motivos de su raza y etnia.
Añadió que la situación de las mujeres, adolescentes y jóvenes indígenas y afrodescendientes es más preocupante, en particular por el impacto de la pandemia por covid-19. Por ello, es urgente resguardar sus derechos y lograr su reconocimiento y visibilidad estadística en los sistemas oficiales.
Finalmente, afirmó que la implementación de los acuerdos de combate al racismo y a la discriminación estructurales requieren de datos desagregados, regulares, sistemáticas y de calidad desde el contexto local y hasta el nacional y con una mirada humanitaria y de desarrollo pues hay que llegar primero a los más rezagados.
Por su parte, en la primera conferencia inaugural, Myrna Cunnigham, Presidenta del Consejo Directivo del FILAC, se refirió a la pandemia como una especie de respuesta al maltrato que está sufriendo el planeta a causa de un modelo de desarrollo que facilita la propagación del coronavirus.
Asimismo, reclamó que las instituciones no están diseñadas para los pueblos indígenas y que los datos estadísticos no reflejan su real situación de manera confiables. Destacó que el FILAC ha mostrado, en el caso de las vacunas, que está habiendo una violación de los derechos humanos hacia los pueblos indígenas.
Añadió que, para los indígenas que viven en zonas alejadas, evitar el virus es una cuestión de vida o muerte, incluso en términos culturales, y criticó la ausencia de informaciones estadísticas culturalmente pertinentes.
Myrna Cunnigham añadió que, en el marco del COVID-19, los pueblos indígenas han desarrollado cientos de experiencias sobre el uso de prácticas ancestrales de salud y que ellas no figuran en los informes oficiales. Por ello, reivindicó la profundización del diálogo intercultural y destacó que la pandemia enseñó que los seres humanos se necesitan y que los pueblos indígenas tienen mucho lo que aportar en términos de salud.
En la segunda conferencia inaugural, Paola Yáñez, Coordinadora General RMAAD, destacó el rol de la sociedad civil afrodescendiente en la incidencia para generar datos desagregados y mejorar la calidad de la información.
Resaltó, sin embargo, que a pesar de los avances se mantiene el desafío con relación a los registros administrativos y que la desigualdad entre los grupos sociales continúa siendo un rasgo distintivo en la región, cuya matriz de la desigualdad social tiene entre sus componentes estructurales la condición étnico racial y el género.
La interseccionalidad entre raza-etnia, género y clase pone en evidencia que muchos avances al ser desagregados muestran menores logros para las mujeres afrodescendientes, afirmó Paola Yáñez, quien consideró que la “categoría mujer” no siempre incluye a las mujeres afrodescendientes y que estas necesitan políticas específicas, sin paternalismos y con reparaciones.
Según su visión, las organizaciones afrodescendientes han hecho más allá de su alcance, así como los organismos internacionales, y los estados deben poner más de su parte.
A continuación, el seminario se desarrolló con varias sesiones que contaron con presentaciones de especialistas de los institutos de estadísticas y de los ministerios de Salud.
Además, el evento contó con mesas de trabajo que sesionaron en pequeños grupos y entregaron valiosas recomendaciones para que los países sigan avanzando en la recolección de datos desagregados por condición étnico-racial con pertinencia cultural, participación social y enfoque de derechos humanos.
En este sentido, los organizadores del Seminario instaron a los estados de la región a redoblar esfuerzos de manera urgente en el tema de la desagregación de los datos por condición étnico-racial, especialmente en el sector salud, para que nadie se quede atrás.
Las presentaciones de esta reunión se encuentran disponibles en la ficha del evento en enlaces relacionados.