CEPAL confirma récord en inversión digital 2024, pero advierte que persisten las brechas estructurales

4 Dic 2025 | Nota informativa

Según la CEPAL, el potencial de la transformación digital para dinamizar la productividad y la innovación dependerá de que los países fortalezcan sus capacidades y definan políticas que maximicen el impacto de la inversión digital

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La inversión extranjera directa (IED) digital en América Latina y el Caribe alcanzó un récord histórico de 20.253 millones de dólares de dólares en proyectos anunciados. Así lo revelan dos recientes estudios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL): el análisis elaborado por Nikolas Passos y Andrea Laplane sobre dos décadas de inversiones digitales, y el informe "La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe, 2025" (Claves de la CEPAL para el desarrollo N°24), que coinciden en señalar el potencial de la transformación digital para convertirse en un motor de desarrollo productivo, inclusivo y sostenible en la región

Inversión extranjera digital: evolución y recuperación post-pandemia

El análisis de CEPAL entre 2005 y 2024 identifica tres etapas claras. La primera fase, hasta 2011, registró un crecimiento sostenido impulsado por grandes proyectos de infraestructura de telecomunicaciones. Entre 2015 y 2020, los niveles de inversión se estabilizaron. Finalmente, tras la caída provocada por la pandemia de COVID-19, la región experimentó una recuperación sostenida que culminó con el máximo histórico de 2024.

Este crecimiento refleja el papel cada vez más relevante que desempeña la transformación digital como motor del desarrollo económico en el siglo XXI, con impactos profundos en los procesos productivos, los modelos de negocio y las formas de interacción entre gobiernos, empresas y ciudadanos.

La composición de la IED digital también ha cambiado. La región ha pasado de depender de las telecomunicaciones tradicionales a recibir inversiones en centros de datos, desarrollo de software, servicios de TI y plataformas digitales. Sin embargo, el estudio identifica un desacople importante: mientras el número de proyectos anunciados se multiplicó en sectores de menor intensidad de capital como software y servicios digitales, los picos de inversión continúan dependiendo principalmente de proyectos puntuales de gran envergadura en comunicaciones y centros de datos. Esta transformación del mapa de inversiones se traduce, asimismo, en nuevas dinámicas de generación de empleo. 

En términos laborales, entre 2005 y 2024, el sector de software y servicios de tecnologías de la información concentró el 36% del total de empleos anunciados, consolidándose como el principal generador de empleo calificado en áreas como programación, diseño y gestión digital. Le sigue la manufactura de hardware y componentes con un 35%, planteando desafíos distintos relacionados con la formación técnica y la reconversión de habilidades para adaptarse a los cambios tecnológicos globales.

Oportunidades para maximizar la IED digital

Bajo este panorama, el análisis consolidado de la CEPAL —incluido el trabajo de Passos y Laplane— identifica las principales oportunidades que ofrece la IED digital para impulsar la transformación productiva de la región y los desafíos que aún persisten para aprovechar plenamente su potencial.

1. Infraestructura digital avanzada. Uno de los principales cuellos de botella es la infraestructura digital. Aunque la conectividad móvil ha avanzado, persisten brechas profundas en el acceso equitativo y en la disponibilidad de banda ancha fija de calidad, especialmente en zonas rurales. La falta de infraestructura avanzada, como servicios en la nube, capacidad de cómputo y procesamiento de datos, no sólo ralentiza la adopción de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, sino que abre un espacio significativo para inversiones que permitan modernizar la base digital regional.

2. Talento humano y brechas de habilidades. El estudio también destaca que el talento humano es un elemento crítico para maximizar los beneficios de la IED digital. La región arrastra déficits importantes en competencias digitales básicas, intermedias y avanzadas, así como una marcada brecha de género en formación tecnológica. Aunque algunos países muestran avances en capacitación en inteligencia artificial, la desalineación entre la oferta educativa y las necesidades del mercado limita la absorción de inversiones.

3. Ecosistema emprendedor fragmentado. Otro aspecto a considerar es la consolidación del ecosistema emprendedor. La baja inversión en investigación y desarrollo, junto con la concentración de capacidades en grandes ciudades, ha generado un sistema fragmentado. Sin embargo, el crecimiento sostenido de startups tecnológicas —incluidas más de 2.200 empresas de inteligencia artificial registradas en 2024— demuestra un potencial innovador que podría convertirse en un polo de atracción de IED si se fortalece el acceso a financiamiento y se garantiza apoyo institucional estable.

4. Financiamiento limitado. Precisamente, el financiamiento aparece como uno de los desafíos más críticos. El acceso limitado a capital de riesgo y a instrumentos de financiamiento mixto restringe el crecimiento de empresas digitales y dificulta el escalamiento de soluciones desarrolladas localmente. La articulación entre fondos públicos, inversores institucionales y capital privado extranjero se perfila como una oportunidad para que la IED digital contribuya efectivamente a expandir el ecosistema emprendedor regional.

5. Digitalización productiva desigual. En cuanto a la digitalización productiva el estudio destaca que mientras sectores como comercio electrónico y servicios financieros han acelerado su transformación digital, actividades tradicionales como agricultura, minería y manufactura avanzan a un ritmo lento. Las pymes, en particular, enfrentan mayores barreras para adoptar nuevas tecnologías, lo que limita la creación de mercados internos robustos capaces de atraer inversiones digitales.

6. Marcos regulatorios fragmentados. El avance en gobierno digital y estrategias sectoriales contrasta con una regulación aún dispersa en ámbitos como competencia, fiscalidad digital, protección de datos y propiedad intelectual. La consolidación de marcos normativos estables es esencial para atraer inversiones, reducir riesgos y favorecer la transferencia tecnológica.

Hacia una estrategia integral para maximizar la IED digital

Finalmente, ambos estudios concluyen que si estos desafíos se abordan de manera coordinada, América Latina y el Caribe podrán aumentar significativamente su capacidad para atraer y canalizar la IED digital hacia una transformación productiva inclusiva y sostenible. Esto requiere un enfoque integral de política pública que articule inversión en infraestructura digital avanzada, formación de talento especializado, fortalecimiento del ecosistema emprendedor, facilitación del acceso a financiamiento, promoción de la digitalización del sector productivo y modernización de marcos regulatorios.

 

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