Nota informativa
(7 de marzo, 2014) "Las mujeres no pueden estar ausentes de la toma de decisiones durante la definición de la agenda de desarrollo después de 2015", planteó la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, en el contexto de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer este sábado 8 de marzo.
En un proceso liderado por la Organización de las Naciones Unidas, la comunidad internacional busca establecer una nueva agenda de desarrollo sostenible que suceda a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) acordados por los países en 2000 con el compromiso de cumplirlos en 2015.
Bárcena aclaró que no se trata de "incluir" a las mujeres en esta nueva agenda de desarrollo, sino de "construir un modelo de desarrollo que esté basado en la igualdad entre hombres y mujeres y en la erradicación de toda forma de discriminación", que es la propuesta de la CEPAL.
"En todos los espacios de debate de la agenda post-2015 se debe promover la participación paritaria de las mujeres, lo cual es un desafío importante para América Latina y el Caribe", señaló la máxima representante de este organismo regional de las Naciones Unidas.
Según datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la CEPAL, seis países latinoamericanos y caribeños estarán gobernados por mujeres en 2014: Argentina (Cristina Fernández), Brasil (Dilma Rousseff), Chile (Michelle Bachelet), Costa Rica (Laura Chinchilla), Jamaica (Portia Simpson) y Trinidad y Tabago (Kamla Persad-Bissessar).
No obstante, las parlamentarias, las ministras del máximo tribunal de justicia y las ministras de los gabinetes presidenciales no superan 26 % en la región. En las concejalías municipales alcanzan 25,6 % y en las alcaldías apenas 11,7 %.
Trece países de América Latina y el Caribe tenían leyes de cuotas implementadas hasta 2012. En 2013 El Salvador se sumó a este grupo, lo que muestra que aún hay un número importante de países que no han adoptado medidas para mejorar la participación de las mujeres en los cargos de elección popular.
Por otra parte, para Bárcena "la agenda de desarrollo post-2015 no puede limitarse a la reducción de la pobreza, sino que debe verse como un proceso integral, que abarque tanto el ámbito productivo como el reproductivo".
Esto implica, entre otros ámbitos, cambiar los actuales patrones de producción y consumo, insostenibles ambientalmente, y asumir colectivamente cuestiones como el trabajo no remunerado y la economía del cuidado que hoy recaen mayoritariamente sobre las mujeres, afectando su desarrollo.
De acuerdo con datos del OIG, en ningún país de América Latina las mujeres están en situación de paridad con los hombres en participación económica.
Todavía cinco de cada 10 mujeres están fuera del mercado laboral y el desempleo femenino es dos puntos porcentuales más alto que el masculino (7,8 % versus 5,9 %). Ver infografía.
La autonomía de las mujeres es un factor fundamental para garantizar el ejercicio de sus derechos humanos en un contexto de plena igualdad, plantea la CEPAL, destacando tres pilares principales: la autonomía física (control sobre su cuerpo); la autonomía económica (capacidad de generar ingresos y recursos propios); y la plena participación en la toma de decisiones que afectan su vida y su colectividad.
La necesidad de fortalecer la autonomía de las mujeres y su voz dentro del debate sobre la agenda de desarrollo después de 2015 fue destacada en el Consenso de Santo Domingo aprobado en octubre de 2013 en la XII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, organizada por la CEPAL en Santo Domingo, República Dominicana.
"Las mujeres deben apropiarse de la agenda de desarrollo post-2015 en todas sus dimensiones", enfatizó Alicia Bárcena.
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