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Los progresos de América Latina y el Caribe para disminuir la mortalidad por lesiones producidas en el tránsito han sido más lentos de lo esperado, por lo que la región deberá redoblar sus esfuerzos para alcanzar la meta de reducir en 50% el número de personas fallecidas en estos siniestros hacia 2020 -según lo establecido por las Naciones Unidas-, señala la CEPAL en un informe publicado recientemente.
De acuerdo con el Boletín FAL N⁰ 342 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), preparado con motivo de la Segunda Conferencia Global de Alto Nivel de Seguridad Vial que se realizará en Brasilia el 18 y 19 de noviembre, la tasa de fatalidad por siniestros viales en la región se incrementó 20% en la primera década del presente siglo, pasando de 14,75 personas por cada 100.000 habitantes en el año 2000 a 17,68 personas en 2010.
Estas cifras no han logrado mejorar significativamente en los primeros años de la década de acción para la seguridad vial 2011-2020, ya que de acuerdo a estadísticas recientes entregadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la tasa de mortalidad por lesiones producidas en el tránsito en América Latina y el Caribe en 2013 llegó a 15,9 fallecidos por cada 100.000 habitantes, cifra menor a los 16,1 registrados en 2010, pero aún muy lejos de la reducción esperada del 50% para el final de la década, y que está en línea con la sexta meta del Objetivo 3 de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Para abordar este tema, la CEPAL y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) realizarán el 19 de noviembre en Brasilia un encuentro regional con ocasión de la Segunda Conferencia Global en el cual se analizará la situación actual de América Latina y el Caribe en esta materia.
Según el Plan de Acción mundial para la década se establecieron cinco pilares que buscan promover el desarrollo y la coordinación de acciones para reducir la mortalidad por siniestros viales en el ámbito local, nacional y mundial. En el estudio de la CEPAL se analiza el desempeño de América Latina y el Caribe en estos cinco pilares durante los primeros años del decenio de acción y se presentan los desafíos pendientes para la región en materia de seguridad vial.
Los cinco pilares tienen relación con la gestión de la seguridad vial, las vías de tránsito y movilidad, vehículos más seguros, los usuarios de las vías y la respuesta tras los accidentes.
De acuerdo con el informe de la CEPAL, en la región solo 57% de los países tiene metas definidas para la reducción de la fatalidad en los siniestros de tránsito, mientras que en los países desarrollados todos presentan objetivos precisos ya sean nacionales o provinciales.
En la región, los países con metas más exigentes (50% de reducción contemplado en sus planes nacionales) son Argentina, Colombia, El Salvador, México, Uruguay y Suriname.
Según la CEPAL la seguridad vial debe ser parte de una política integrada de movilidad que combine acciones de corto, mediano y largo plazo en áreas como la infraestructura vial, el diseño y estado de los vehículos, las conductas de los usuarios de transportes, la educación, el sistema de salud, y la fiscalización y control de las medidas.