Nota informativa
La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, llamó hoy a tomar acciones climáticas decisivas incluyendo la descarbonización de las economías, la restauración de ecosistemas y la valoración de su aporte a la economía y la sociedad, durante un seminario organizado por la Oficina Regional del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y El Colegio Nacional de México.
Durante su presentación sobre la perspectiva económica de la sustentabilidad, la alta funcionaria de las Naciones Unidas subrayó la urgencia de cambiar el paradigma y modelo de desarrollo que han llevado a superar los límites planetarios con altos costos económicos y sociales.
“Se abre hoy una ventana de oportunidad para repensar el desarrollo de la infraestructura de la vida: medio ambiente y naturaleza, salud, pensiones, vivienda, empleo, protección social y transitar hacia una sociedad del cuidado”, afirmó Alicia Bárcena.
La máxima representante de la CEPAL fue una de las oradoras principales en la segunda jornada del evento de presentación del reporte “Hacer las paces con la naturaleza: un plan científico para abordar la triple emergencia del clima, la biodiversidad y la contaminación”, elaborado por el PNUMA, que fue moderado por Julia Carabias, académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Junto a Alicia Bárcena, participaron en el encuentro José Sarukhán, Coordinador Nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO); Cristián Samper, Presidente y Director Ejecutivo de la Wildlife Conservation Society; Hesiquio Benítez, Director de Cooperación Internacional e Implementación de la CONABIO; María Jesús Iraola, Autora Principal y Coordinadora del Informe “Sexta Perspectiva Ambiental Global GEO-6” para la juventud, y Piedad Martin, Directora regional adjunta del PNUMA en América Latina y el Caribe.
En su exposición, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL subrayó que la región cuenta con una biodiversidad extraordinaria pero muy amenazada, con la mayor pérdida de bosques primarios, 31 áreas con eutroficación en los mares y 19 zonas muertas, 25% de conflictos socioambientales a nivel mundial e instituciones ambientales con poco presupuesto, regulación débil, incompletas y fragmentadas.
Agregó que durante la pandemia, la región ha experimentado un mayor uso de los recursos naturales para la subsistencia, autoempleo, energía y alimento, entre otros. También se ha registrado un aumento de la ilegalidad, sobre todo en la minería, un debilitamiento de normas ambientales y de evaluaciones de impacto ambiental en grandes proyectos de desarrollo, la reprimarización y una disminución de los presupuestos ambientales.
Alicia Bárcena precisó que el COVID-19 emergió en la región en el marco de tres crisis estructurales: una crisis social que se refleja en los altos niveles de desigualdad, con graves consecuencias sociales, políticas y económicas; una crisis económica que se traduce en un bajo crecimiento de la producción y del comercio, y el desacople del sistema financiero; y una crisis ambiental que se materializa en un deterioro ambiental en muchos casos irreversible, con consecuencias potencialmente desastrosas para el planeta.
“Estas tres crisis y las políticas necesarias para superarlas interactúan entre sí. Cambiar el estilo de desarrollo de la región exige actuar coordinadamente sobre las tres. Para lograrlo, se requiere una tasa mínima de crecimiento del 4%. Esto debe ir acompañado de una redistribución muy fuerte -que el 1% más rico le entregue al 1% más pobre- y eso solo se logra a través de políticas fiscales”, explicó Alicia Bárcena.
Subrayó que la CEPAL propone una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad. Para ello, la Comisión ha identificado ocho sectores que promueven el cambio técnico, generan empleos y reducen la restricción externa y la huella ambiental. Estos son la transición hacia energías renovables, electromovilidad sostenible en ciudades, la revolución digital inclusiva, la industria manufacturera de la salud, la bioeconomía, la economía del cuidado, la economía circular y el turismo sostenible.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL instó a tender un puente entre el corto y el largo plazo a través de una política fiscal expansiva y bajas tasas de interés, el aumento de la recaudación con un criterio de progresividad en la tributación, la expansión de las fuentes de tributación y el aprovechamiento de las fuentes de financiamiento público para movilizar el financiamiento privado, como bonos y financiamiento verde.
En materia ambiental, llamó a internalizar la información disponible en las cuentas nacionales de los países, introducir impuestos ambientales o ajustar los existentes, incorporar la sostenibilidad en la evaluación de la inversión y medir el desarrollo, el patrimonio natural y el bienestar y no solo las transacciones de mercado, entre otras medidas.
Finalmente, Alicia Bárcena urgió por reforzar la integración regional.
“Somos una región megadiversa y tenemos que hablar de biodiversidad con una sola voz, con un multilateralismo renovado”, concluyó.