En el Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas rendimos homenaje a los 120.000 integrantes del personal de mantenimiento de la paz que presta servicios en 17 misiones, en algunos de los lugares más inestables y peligrosos del mundo.
En este Día también recordamos entre ellos a los caídos. En 2011, 112 hombres y mujeres murieron dedicando sus vidas a la paz. En los cuatro primeros meses de este año, otros 27 integrantes del personal de paz han muerto al servicio de las Naciones Unidas.
Hoy honramos la memoria de los más de 2.900 integrantes del personal de paz que perdieron la vida en acto de servicio a lo largo de los años, y nos comprometemos a continuar su labor de aportar estabilidad a los países devastados por la guerra.
El personal de paz caído procedía de muy diversos países que aportan contingentes, conmovedor recordatorio de la colaboración mundial que sustenta las operaciones de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
En la actualidad, 116 Estados Miembros aportan personal militar y de policía a nuestras operaciones. Este impresionante número refleja la creciente confianza que deposita el mundo en el valor de las operaciones de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz como instrumento al servicio de la seguridad colectiva. Nuestra nueva misión de observadores en Siria es el ejemplo más reciente de cómo la comunidad internacional se dirige a las Naciones Unidas en busca de soluciones para los nuevos problemas. La Misión afronta serias dificultades, pero se esfuerza con valentía por hacer que las partes, en primer lugar el Gobierno de Siria, respeten su compromiso de poner fin a la violencia que ha matado a miles de personas. Se enmarca en las iniciativas amplias de las Naciones Unidas dirigidas por el Enviado Especial Conjunto para acabar con la violencia y buscar una solución política a la crisis siria.
El objetivo último de toda misión de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz es dejar de ser necesaria. Hasta que no conseguimos ese objetivo, no cejamos en el empeño de que la misión sea lo más efectiva y eficaz posible.
Agradezco profundamente todas y cada una de las aportaciones de efectivos y policía, así como los recursos financieros y materiales que hacen posibles el mantenimiento de la paz. También quiero dar las gracias a los países que aportan liderazgo y apoyo político. Los miembros del Consejo de Seguridad, en especial, guían y refuerzan nuestra labor estableciendo los mandatos y ajustando los despliegues de efectivos en función de las condiciones cambiantes sobre el terreno.
Las organizaciones regionales desempeñan una función cada vez más importante. Por ejemplo, la Unión Africana y las Naciones Unidas colaboran estrechamente en Darfur y Somalia al tiempo que afrontan juntas la amenaza que supone el rebelde Ejército de Resistencia del Señor. Esas alianzas ayudan a que las operaciones de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz tengan la flexibilidad que necesitan para resolver los complejos desafíos actuales a la paz y la seguridad internacionales.
En este Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas, recordemos el sacrificio de todos aquellos que han servido y comprometámonos a reforzar las alianzas mundiales que convierten a nuestros cascos azules en un rayo de esperanza para millones de personas de todo el mundo.
Ban Ki-moon
Secretario General
Naciones Unidas