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La mano de obra migrante es una parte estructural e integral de la economía de Costa Rica, concluye un nuevo estudio elaborado por el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) - División de Población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que precisa que el empleo en este grupo de la población representa el 12,4% del total de empleo en el país y su aporte al crecimiento económico ha aumentado en la última década, alcanzando 9,27% entre 2009 y 2019, en comparación al 8,74% de la década anterior.
El documento Sobre las contribuciones de la migración al desarrollo sostenible: estudios en países seleccionados, presentado hoy en San José, Costa Rica, provee evidencia cuantitativa y cualitativa sobre las contribuciones de las personas migrantes en múltiples ámbitos del desarrollo sostenible, y se incluyen las voces de académicos, líderes de la sociedad civil y otros actores que arrojan luces sobre las necesidades de reconocimiento y aprovechamiento de los aportes de la migración.
“La propuesta de la CEPAL es visibilizar las contribuciones de las personas migrantes en múltiples ámbitos del desarrollo sostenible. Es urgente promover una narrativa afirmativa de la migración, sin por ello desconocer las dificultades”, afirmó Simone Cecchini, Director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.
Añadió que “en una época de muchas tensiones, identificar y dimensionar la contribución de las personas migrantes al desarrollo sostenible, considerando además el papel de primera línea que han jugado en la pandemia, es un asunto clave para cambiar las miradas, iluminar nuevas visiones y potenciar sus beneficios, además de servir como instrumento de defensa de los derechos humanos de las personas migrantes”.
Allegra Baiocchi, Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Costa Rica, destacó que “hoy más que nunca, se hace necesario combatir el prejuicio, el racismo y la xenofobia, propiciando un nuevo relato sobre la migración, más humano, centrado en las personas, fomentando una mirada intercultural y respetuosa de los derechos humanos. Generando relatos basados en evidencia sobre la realidad migratoria que permee el discurso público y los medios de comunicación. Contribuyendo así a construir opiniones y argumentos sobre la migración que reflejen y visibilicen la importancia de la migración en el desarrollo sostenible actual y futuro de los países”.
En el estudio se aprecia el rol de Costa Rica como país de destino, siendo un importante receptor de migrantes de la región. Se identifican las diversas contribuciones que realizan las personas migrantes en las distintas dimensiones a la sociedad. Así como también se visibilizan las difíciles condiciones en que se genera la contribución de las personas migrantes al desarrollo y los desafíos que debe enfrentar el país en términos de gobernabilidad migratoria.
El documento afirma que la población ocupada inmigrante llena vacíos que dejan las y los nacidos en Costa Rica que, con mayor capital humano, se mueven hacia actividades cada vez más calificadas.
La CEPAL señaló que hay una importante demanda de mano de obra en sectores como la agricultura, la construcción, comercio, actividades inmobiliarias, actividades de servicios administrativos y el trabajo doméstico remunerado. Este último, con un papel protagónico de las mujeres migrantes, quienes además de aportar con su trabajo y con la socialización de los hogares, permiten que las mujeres nativas puedan incorporarse al mundo laboral. Todos estos aportes tienen como contracara los desafíos del trabajo decente presentando elevadas tasas de informalidad.
El estudio además señaló que un 58,7% de los ocupados migrantes están en empleo informal, cifra que aumenta en el trabajo doméstico remunerado, llegando a un 74% de informalidad, lo que constituye un enorme desafío para las políticas públicas del país.
El informe destaca que en el Foro de Examen del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, que tuvo lugar en mayo pasado en Nueva York, Costa Rica compartió varias buenas prácticas —como por ejemplo la articulación de las instituciones del Estado por medio del Consejo Nacional de Migración, o el Convenio Binacional para Regular la Contratación Temporal de Trabajadores Nicaragüenses en Costa Rica— así como desafíos, siendo el caso de la regularización de las personas que se encuentran en situación migratoria irregular.
El documento Sobre las contribuciones de la migración al desarrollo sostenible: estudios en países seleccionados aborda las contribuciones de la migración al desarrollo sostenible en cuatro países: Chile, Costa Rica, México y Perú. Si bien estos países se caracterizan por contextos históricos, sociales, políticos, culturales e institucionales específicos, comparten la trascendencia de los procesos migratorios para sus sociedades.
Diseñar políticas públicas que tengan en cuenta el aprovechamiento de las contribuciones de la migración, no es una tarea fácil. En este sentido, en el informe se recomienda fortalecer la institucionalidad migratoria y la gobernanza multilateral de la movilidad humana.