Press Release
Palabras de Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con ocasión de la inauguración del Seminario Condicionantes de la Inversión Pública en el Gran Impulso Ambiental y en la Sostenibilidad del Desarrollo
Santiago, 23 de noviembre de 2016
Auditorio Fernando Fajnzylber
CEPAL
Estimados señores Ministros, Ministras y Viceministros de las instituciones de planificación de la región,
Miguel Ángel Moir, Secretario de Planificación y Programación de la Presidencia de Guatemala, en su calidad de Copresidente de la Mesa Directiva del Consejo Regional de Planificación del ILPES,
Marisela Rivera, Coordinadora General de Inserción Internacional de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES) del Ecuador, en su calidad de Copresidenta de la Mesa Directiva del Consejo Regional de Planificación del ILPES,
Me da mucho gusto dar la bienvenida a los Ministros, Ministras y Viceministros amigos de esta casa y colaboradores cercanos de la CEPAL. Olga Sánchez, Ministra de Planificación Nacional y Política Económica de Costa Rica, y José Molinas Vega, Ministro Secretario Ejecutivo de la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social del Paraguay, es un placer recibirlos de nuevo,
Yván Rodríguez, Viceministro de Planificación del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo de la República Dominicana,
Harley Rodríguez, Viceministro de Inversión Pública y Financiamiento Externo del Estado Plurinacional de Bolivia,
Representantes de los gobiernos y funcionarios de los organismos de planificación de la región,
Representantes del cuerpo diplomático,
Señoras y señores expositores e invitados,
Directores y colegas del sistema de las Naciones Unidas en Chile y de la CEPAL,
Es un gran honor para la CEPAL y para mí acoger en nuestra casa a las autoridades de planificación convocadas en esta semana para dialogar en torno a la planificación y al desarrollo.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la más ambiciosa y amplia respuesta de la comunidad internacional a los profundos desequilibrios económicos, sociales y ambientales provocados por nuestro insostenible estilo de desarrollo, nos llama a trabajar de manera mancomunada: sector público y privado, sociedad civil, instituciones internacionales, todas y todos “sin que nadie se quede atrás”.
Por ello, desde esta casa, que tiene como tradición el análisis y el pensamiento, en forma integrada, del desarrollo de nuestra región, los invitamos a pensar en forma colectiva nuevas formas de potenciar y llevar adelante los procesos e instrumentos de planificación que requiere un desarrollo sostenible con visión de largo plazo.
Según la CEPAL, avanzar en la senda del desarrollo sostenible y lograr la materialización de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) requiere de un cambio de paradigma en la formulación, implementación y evaluación de las políticas públicas, sean económicas, industriales, sociales o ambientales, para alinearlas en pos de un cambio estructural progresivo. Implica superar las brechas estructurales que caracterizan a América Latina y el Caribe en los ámbitos de fiscalidad, inversión, productividad, educación, innovación y tecnología, así como en el área ambiental, poniendo a la igualdad con titularidad de derechos en el centro.
Las tendencias mundiales evidencian las contradicciones de un estilo de desarrollo que se ha vuelto insostenible y que requiere este cambio de paradigma.
Es insostenible porque está asociado a una tasa declinante de crecimiento de la producción y del comercio (sesgo recesivo) y al desacople del sistema financiero. Porque está vinculado a un alarmante aumento histórico de la desigualdad global. Hoy 62 personas concentran el ingreso equivalente al de 3.500 millones de hombres y mujeres, la mitad de la población mundial. Porque está provocando la mayor falla de todos los tiempos: el cambio climático, con temperaturas más altas en el hemisferio norte, el deshielo del Ártico y la extinción masiva de especies de mamíferos, aves y reptiles.
Por segundo año consecutivo, nuestra región espera una contracción de su crecimiento, del 0,9%, aunque con grandes diferencias subregionales y nacionales: América del Sur (-2,2%), Centroamérica (3,7%) y el Caribe de habla inglesa (-0,3%). En los próximos años, las tasas de crecimiento del PIB mundial serán menores que los promedios de las décadas anteriores. Si en los años sesenta el mundo crecía a un promedio del 5,4%, hoy en cambio esa cifra apenas llega al 2,5%, y no se prevé una mejora sustantiva en el corto plazo.
La desaceleración del comercio en el mundo y la región nos indica que el modelo exportador sin demanda ni mercados no es ya una alternativa.
Nuestra región acusa aún un bajo nivel de gasto en investigación y desarrollo (I+D), que en promedio representa el 0,83% del PIB regional entre 2005 y 2010. Estas cifras contrastan con la media del 2,5% del PIB que se registra en los países de altos ingresos y del 1,7% del PIB en las economías en desarrollo de Asia y el Pacífico.
Por su parte, las inversiones anuales en infraestructura en América Latina han sido bajas (un 2,2% del PIB) en relación con los valores recomendados por la CEPAL e incluso si se las compara con lo que se invierte en otras economías como China (8,5%), el Japón (5%) y la India (4,7%). La inversión en infraestructura en nuestra región para reducir esta brecha requiere alcanzar niveles de entre el 5,4 % y el 8,6% del PIB.
El talón de Aquiles de la región es sin duda la baja productividad, ya que no supera el 15% de productividad relativa respecto de los Estados Unidos. La productividad está directamente relacionada con la dinámica de la inversión y el PIB.
La irrupción de China, la incertidumbre respecto de los megaacuerdos comerciales, los cambios demográficos y las migraciones masivas, la crisis ambiental y la revolución tecnológica están transformando la economía, el mundo del trabajo y la sociedad, redefiniendo la posición de los países y alterando el equilibrio de poder entre los bloques, así como entre las economías desarrolladas y el mundo emergente.
Nuestras respuestas para enfrentar estos cambios están contenidas en los documentos de posición de la CEPAL, la trilogía de la igualdad, el documento presentado en el trigésimo sexto período de sesiones y nuestro más reciente documento, Horizontes 2030: la igualdad en el centro del desarrollo sostenible, que contribuye a dar un marco analítico desde la perspectiva de la región y de países de renta media a la Agenda 2030, poniendo la igualdad en el centro de la discusión y proponiendo generar un gran impulso económico basado en lo ambiental, es decir, un gran impulso ambiental (environmental big push).
El gran impulso ambiental ofrece la mayor oportunidad de cambio estructural progresivo de todos los tiempos. Abre opciones para una nueva industrialización asociada a una transformación tecnológica. Se trata de jugarse por una economía circular, con senderos bajos en carbono, eligiendo sectores estratégicos tales como la energía, la agricultura, el transporte, en clara coordinación con una nueva visión de movilidad conectada a la construcción de ciudades sostenibles. Se trata de aprovechar la revolución de los materiales a favor del medio ambiente y la creación de empleos con derechos. Esto exige un gran esfuerzo político para formar nuevas coaliciones y pactos con visión de largo plazo.
Consideramos que los desafíos ambientales abren una gran oportunidad para una transformación tecnológica y productiva que sea la base de la generación de empleos de calidad, de mayor crecimiento y de más igualdad. Esta no es solo una propuesta técnica, es ante todo una tarea política. Se trata de cambiar la conversación entre los actores del Estado, del sector privado y de la ciudadanía para acordar un horizonte y una visión.
Esas voluntades políticas confluyen también en el espacio regional. Es allí donde queremos poner nuestros esfuerzos, en fortalecer a los países de la región. En efecto, la CEPAL ha recibido el mandato de los países de la región de apoyarlos en la implementación, el examen y el seguimiento de la Agenda 2030.
Amigas y amigos, entrar en la fase de implementación de la Agenda 2030 representa, por un lado, un desafío enorme, pero por otro, variadas posibilidades. Cada país definirá los lineamientos, estrategias, arquitecturas nacionales, mecanismos institucionales y diálogos con múltiples actores que considere más apropiados para elaborar sus visiones de largo plazo y para la implementación, examen y seguimiento de la Agenda 2030.
En nuestra región, hay buenas señales. Hay países que están en la vanguardia de este proceso. Por ejemplo, en el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible, que tuvo lugar el pasado mes de julio en Nueva York, tres países de la región presentaron su examen nacional voluntario sobre la Agenda 2030 ante la comunidad internacional: Colombia, México y la República Bolivariana de Venezuela. Y ocho países se sumarán el próximo año: Argentina, Chile, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Perú y Uruguay, muchos de los cuales están presentes el día de hoy. Por ello resulta vital generar espacios para el intercambio de experiencias y presentar el avance regional en el próximo Foro Político de Alto Nivel, en julio de 2017.
Para ello, los países de la región han creado, con el apoyo de la CEPAL, el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, que es el mecanismo regional para el seguimiento de la Agenda 2030 y será la antesala del Foro Político de Alto Nivel.
En América Latina y el Caribe, 12 países ya cuentan con un mecanismo de coordinación nacional intersectorial para el seguimiento y la implementación de la Agenda 2030. De estos mecanismos, seis están a cargo de la autoridad nacional de planificación (Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, República Dominicana y Uruguay). Por tanto, las secretarías o ministerios de planificación están frente a una enorme oportunidad que la CEPAL propone apoyar.
Sabemos que el contexto actual para iniciar el camino hacia el logro de los ODS no es fácil: tiene lugar en un escenario económico y presupuestario complejo, que representa un desafío aun mayor, pues nos demanda, entre otras cosas, planificar bien, gestionar mejor y con responsabilidad.
En ese sentido, es urgente realizar acciones que fortalezcan nuestras instituciones y capacidades, creando espacios de reflexión y diálogo entre los países, fomentando los canales de participación.
El Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible será un espacio anual abierto para sus contribuciones en la implementación de la Agenda 2030. Los invitamos desde ya a que contribuyan a través del Consejo Regional de Planificación y de sus mecanismos nacionales a la Primera Reunión de este Foro, convocada por el Gobierno de México y que se celebrará en la ciudad de México del 26 al 28 de abril de 2017, bajo los auspicios de la CEPAL.
El seminario del día de hoy y las actividades de la presente semana son la oportunidad de poner sobre la mesa los planteamientos de Horizontes 2030 y del gran impulso ambiental y analizar conjuntamente modalidades para ponerlos en práctica en sus respectivas realidades nacionales y territoriales, identificando herramientas claves como lo son los presupuestos, los marcos de inversión pública y los incentivos a la inversión público-privada, entre otras. En ámbitos como la tecnología, la economía digital, las energías renovables o la prestación de servicios urbanos de calidad, nos parece esencial fomentar mayores diálogos público-privados que permitan una transformación en áreas como el transporte, el tratamiento de aguas y residuos, el reciclaje, la construcción, las viviendas ecoeficientes y otros. Durante estas jornadas de reflexión e intercambio de experiencia, los instamos a sumar su reflexión a la tarea de pensar en un nuevo estilo de hacer la planificación.
Este esfuerzo se materializa en estos días en una nutrida agenda que se inicia con el Seminario Condicionantes de la Inversión Pública en el Gran Impulso Ambiental y en la Sostenibilidad del Desarrollo; continúa en el espacio de diálogo de mañana, liderado por la Red de Planificación de América Latina y el Caribe (REDEPLAN) en el Seminario Desafíos de la Planificación en el Marco de la Agenda 2030, y finaliza el viernes con la XXVI Reunión de la Mesa Directiva del Consejo Regional de Planificación, donde rendiremos cuenta ante ustedes del estado de avance de los compromisos adquiridos en la última Reunión del Consejo, celebrada en Yachay (Ecuador) en noviembre de 2015.
Gracias por estar aquí, gracias por su voluntad de ser actores de cambio de un nuevo estilo de desarrollo con la igualdad en el centro, mediante grandes transformaciones basadas en un gran impulso ambiental.
Muchas gracias.