La División de Desarrollo Social tiene entre sus objetivos contribuir al diagnóstico de la situación social de la población en América Latina y el Caribe y centrar su interés en grupos específicos, entre los que destacan niñas, niños y adolescentes. Un enfoque en el desarrollo integral de la infancia y la adolescencia contribuye directamente a garantizar el pleno ejercicio de derechos por parte de esta población y generar respuestas que aborden las vulnerabilidades y desigualdades estructurales desde las primeras etapas del ciclo de vida.
Impulsadas por la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada en 1989 por las Naciones Unidas y a la fecha ratificada por todos los países de América Latina y el Caribe, en la región, las políticas de desarrollo infantil han avanzado mediante reformas en las leyes y políticas a partir de enfoques integrales y multisectoriales. Sin embargo, persisten brechas estructurales que se vinculan con la debilidad de las políticas de cuidado y desarrollo infantil, licencias parentales poco generosas, el bajo acceso a la protección social en hogares con niñas, niños y adolescentes además de la ausencia de recursos y otras barreras que impiden su acceso a servicios sociales fundamentales para el goce de sus derechos, como la salud, la nutrición adecuada o la educación de calidad. Este contexto, sumado al hecho que niñas, niños y adolescentes siguen desproporcionadamente afectados por la pobreza, ha sido exacerbado por la pandemia de COVID-19, que ha impactado negativamente en el bienestar de estos y sus familias.
En la División de Desarrollo Social se analizan las políticas públicas dirigidas a mejorar las condiciones de vida de este segmento de la población y se formulan propuestas que permitan superar los actuales déficits que enfrentan niñas, niños y adolescentes desde una perspectiva de derechos.