Editorial
La migración infantil en la región tiene aristas contradictorias, tal como se plantea en el artículo central de este boletín. Entre las positivas se destacan las mayores oportunidades educativas en los países de llegada y el mayor bienestar en los países de origen por efecto de las remesas; la más alta protección que se obtiene al migrar desde situaciones de violencia y riesgo social; y la apertura de nuevos horizontes para ampliar las experiencias de vida. Entre las aristas negativas se incluyen la precariedad y exposición a más riesgos en el entorno familiar cuando los padres migran y los hijos quedan a cargo de terceros; la exposición a abusos y violaciones de derechos en los procesos migratorios; y la degradación del estatus ciudadano en los países de recepción.