Descripción
INTRODUCCIÓN
En las últimas dos décadas la economía argentina sufrió múltiples
transformaciones que tienden a conformar un sistema de organización de la
producción claramente diferenciado del vigente en el pasado.
Estos cambios han sido particularmente intensos en el sector industrial.
En este sentido, si bien el nuevo modelo de industrialización no se ha terminado
de definir, es evidente que difiere sustancialmente de aquél basado en la
sustitución de importaciones, que caracterizó a la Argentina desde 1930. Estos
cambios estructurales tienen sus fundamentos tanto en las modificaciones de
condiciones internas como en los notables cambios ocurridos en el plano
internacional.
Uno de los elementos constitutivos del nuevo modelo de industrialización es la
mayor apertura externa de la economía, tanto en términos de exportaciones como
de importaciones. De ello, un aspecto a destacar es la mayor importancia en su
estrategia productiva que adquieren las ventas al exterior para un conjunto de
empresas. En un contexto internacional crecientemente globalizado -que se
caracteriza, además, por una notable intensificación de la competencia- y con
las importantes posibilidades que abre el proceso de integración regional del
Mercosur, se configura un escenario de creciente inserción internacional de las
firmas.
En tal sentido, en 1993 las exportaciones argentinas alcanzaron un nivel de
13.117 millones de dólares, triplicando las ventas al exterior de 1974 en
valores corrientes. Esta expansión, se debe particularmente al crecimiento
acelerado de las exportaciones manufactureras y, entre estas últimas, de las
manufacturas de origen industrial (MOI);. En efecto, entre 1974 y 1993, las
exportaciones de productos industriales se incrementaron un 314%, pasando de
2.300 millones de dólares a más de 9.700 millones de dólares. Por su parte, las
ventas al exterior de MOI son las que más crecen en el período. En 1993
ascienden a casi 4.100 millones de dólares, cuando a mediados de los setenta se
ubicaban en torno a los 800 millones de dólares. Finalmente, el dinamismo de las
ventas externas se refleja en el incremento del coeficiente de exportación de la
economía (para 1974 era del 4,95% y para 1990 alcanzaba el 7,86%);, y
particularmente del sector industrial (para 1974 era de 8,46 y para 1990
superaba el 20%);1/.
Estas cifras ponen de relieve que el dinamismo en las ventas externas de nuestro
país va más allá de variaciones coyunturales y dan señales de la existencia de
cambios estructurales subyacentes en el mismo. Las subsidiarias de empresas
transnacionales, agentes impulsores de la industrialización durante la etapa
sustitutiva, no parecen haberse quedado al margen de estas modificaciones.
También en el plano internacional la economía está experimentando una serie de
cambios fundamentales. Las firmas transnacionales en los últimos años van
adquiriendo un mayor protagonismo en la economía mundial, a partir de los
crecientes flujos de inversión extranjera directa (a principios de los noventa
se ubican en torno a los 200.000 millones de dólares anuales2/);. Esta nueva
forma de globalización lleva a que en la actualidad las corporaciones
transnacionales y sus subsidiarias tengan alguna participación en más del 80%
del comercio internacional, un 25% del cual, corresponde a ventas
intracorporativas.
En el marco del proceso de globalización de la economía mundial que conduce a un
sistema internacional de producción, las trasnacionales adquieren mayor
relevancia, puesto que actúan como coordinadoras de la actividad económica
mundial. La producción internacional no sólo se traduce en un mayor comercio
mundial sino que moviliza factores productivos, métodos de organización,
conocimientos especializados y tecnologías. Es por ello, que los analistas
coinciden en destacar la importancia de las empresas transnacionales en el nuevo
orden económico mundial.
Las transnacionales son organizaciones empresariales que en el proceso de
globalización tienen una lógica particular que las distingue de cualquier otro
tipo de firma. Estas diferencias son marcadas en lo referente al proceso de
inversiones, a las decisiones relativas a la investigación y desarrollo de
nuevas tecnologías de productos y procesos, a las características que posee el
comercio de bienes y servicios, etc Por todo ello, es necesario analizar a las
empresas transnacionales como una tipología particular del conjunto de las
firmas.
Aunque diversos trabajos han analizado la participación de las subsidiarias
locales de empresas transnacionales en las exportaciones argentinas
(particularmente de productos industriales);, el período que estudian se extiende
hasta mediados de los años ochenta5/. La velocidad con que transcurren y la
profundidad de los cambios en la economía local e internacional en los últimos
años obligan a una nueva mirada sobre el tema.
Algunas de las características estilizadas que se podían extraer sobre el
comportamiento exportador de las filiales locales a mediados de los ochenta,
eran: - las ET aportaban poco menos de la tercera parte del total de las
exportaciones industriales; - la participación crecía en el caso de las MOI,
alcanzando cerca del 50% a mediados de los ochenta; - las exportaciones se
concentraban en pocas empresas y sectores de actividad; - la producción para el
mercado interno era el objetivo prioritario para las ET.
El objetivo del presente trabajo es analizar las tendencias actuales de la
participación de las empresas transnacionales en las exportaciones argentinas,
considerando los cambios estructurales que se están produciendo en el plano
local, regional e internacional. A partir de la información recabada sobre las
operaciones de exportación de más de 300 subsidiarias locales de empresas
transnacionales en el año 1993, se trata de identificar el perfil de especialización y el peso que poseen
en las exportaciones totales y particularmente en las exportaciones industriales
de la Argentina.