Descripción
Intrroducción
En la Argentina se está generando consenso en torno de algunos grandes
objetivos en materia económica: la estabilidad macroeconómica; el aumento de la
competitividad; y la integración a los mercados mundiales, especialmente a
través de una secuencia que estaría dada por el subregional (el MERCOSUR); y el
regional. A su vez estos objetivos, para que ser sostenidos en el mediano y
largo plazo, deben estar asentados sobre la integración social, que supone la
equidad distributiva, y la reestructuración de las actividades económicas en
general, y la industrial en particular.
Esta reestructuración es necesaria para revertir el proceso de involución
industrial iniciado a mediados de los setenta y aumentar la competitividad. En
este último sentido aparece como prioritaria la reestructuración de por lo menos
dos complejos: el metalmecánico y el electrónico. El primero -y algunos de sus
sectores más importantes, como el automotriz por su peso económico, por el
retroceso que sufrió durante los ochenta, y por su importancia en la
articulación del tejido industrial. El segundo, porque es reconocido por la
literatura como el núcleo de un nuevo paradigma tecno-económico y, en
consecuencia, como el principal generador y portador de progreso técnico (en
combinación e interacción con el complejo metalmecánico);.
En este trabajo se analizará el comportamiento reciente del complejo electrónico
en la Argentina. El interés de tal análisis se funda en las razones ya
mencionadas y en un hecho especialmente notable: la evolución del complejo
electrónico argentino en el período 1985-1988 difiere marcadamente de la visión
más difundida y aceptada, incluso entre los expertos, sobre su estructura y
desempeño. Esta visión proviene fundamentalmente del comportamiento del complejo
entre fines de los setenta y mediados de los ochenta. Los rasgos principales de
ese comportamiento fueron los siguientes:
# Caída global de la producción, el empleo, y la inversión.
# Agudo empeoramiento del perfil de calificación de la mano de obra,
especialmente notable en la ocupación de ingenieros, técnicos y operarios
calificados (especialmente grave en un complejo muy intensivo en mano de obra
calificada);.
# Reducción en la actividad de investigación y desarrollo, en la generación de
patentes, y -en general- en todos los indicadores relativos a la incorporación
de progreso técnico.
# Pérdida de competitividad internacional, expresada fundamentalmente por la
caída sistemática del cociente entre exportaciones e importaciones, pero también
por el estancamiento o caída de las exportaciones de la mayor parte de los
sectores y firmas del complejo (con la excepción de IBM Argentina);.
# Conversión del sector de bienes de consumo electrónico en un enclave
maquilador orientado al mercado interno, y predominio creciente de dicho enclave
dentro del complejo, a expensas de los sectores productores de bienes de capital
e intermedios. Este mayor dinamismo cuantitativo del sector maquilador, cuya
producción crecía mientras caía la de los sectores de bienes de capital e
intermedios, constituía uno de los rasgos centrales del complejo hacia fines de
la primera mitad de los ochenta, y explicaba -por las mismas características de
la actividad maquiladora- buena parte de los demás aspectos de retroceso, tales
como la pérdida de recursos humanos calificados, la escasa vinculación entre
investigación y desarrollo local y búsqueda de tecnología en el exterior,
etc. Como ya se sugirió, los nuevos datos disponibles sobre el período 1985-1988
indican que durante el mismo se produjo una clara reversión de las tendencias y
características señaladas. En los párrafos siguientes se sintetizan algunos de
los nuevos fenómenos y tendencias.
# Cambia drásticamente el dinamismo relativo de los sectores del complejo:
mientras la producción del enclave maquilador de bienes de consumo cae
fuertemente, la de los sectores de bienes de capital electrónico crece de modo
aún más marcado. Tanto desde el punto de vista de la producción como de la
ocupación, el peso relativo del sector de bienes de consumo y el de los de
bienes de capital se invierte en solo cuatro años.
# Los sectores más intensivos en ingeniería e incorporación de progreso técnico
son los que crecen más rápidamente, y los que aumentan más significativamente su
empleo. Al mismo tiempo esos sectores -y en especial el de electrónica
industrial y el de telecomunicaciones- incrementan rápidamente sus
exportaciones. Esta coincidencia entre el aumento de la producción y el de las
exportaciones tiende a excluir que el de las últimas obedezca a un carácter
puramente anticíclico, típico de los años anteriores.
# En términos relativos a la profunda insuficiencia de inversión de la economía
argentina en esos años, se observa un cierto dinamismo de la inversión,
especialmente en los establecimientos más nuevos de algunos sectores de bienes
de capital del complejo.
# El incremento del empleo se da conjuntamente con un marcado mejoramiento del
perfil de calificación del mismo, hasta el punto que el aumento de personal por
segmentos de calificación es mayor cuanto mayor es la calificación de cada
segmento.
# En los sectores de bienes de capital se observa una correlación positiva entre
actividad en investigación y desarrollo, realización de contratos de
transferencia de tecnología con el exterior, calificación del personal empleado,
patentes obtenidas y contenido local de la producción. En conjunto ello indica
que se produjeron procesos de maduración tecnológica en los que las firmas más
dinámicas combinaron esfuerzos tecnológicos propios con la búsqueda de
tecnologías externas. Ello contrasta con el predominio, en los primeros años de
ese decenio, de contratos de transferencia de tecnología asociados
principalmente a la provisión de insumos o al uso de marcas.
# Finalmente, la mayor parte de los indicadores que emergen del desempeño del
complejo en ese período confirman la presunción de que para la Argentina las
mejores posibilidades de adquisición de ventajas comparativas dinámicas en
electrónica se concentran en los sectores de bienes de capital (y algunos
intermedios); de producción en lotes chicos, asociados a la metalmecánica, e
intensivos en mano de obra calificada, especialmente en los ámbitos de
electrónica industrial, computación y telecomunicaciones.
En conjunto, las tendencias mencionadas presentan un panorama tan distinto al de
fines de los setenta y principios de los ochenta que justifica un análisis
pormenorizado de sus características, una exploración cuidadosa de sus causas, y
una reflexión sobre las oportunidades que abre y los senderos que revela en lo
que respecta a la estrategia de reestructuración del complejo en una economía en
transformación que aún está definiendo los lineamientos de su inserción externa.
En función de ello, en la primera sección de este trabajo se estudia la
evolución del complejo, utilizando algunos indicadores de desempeño (tales como
la inversión, la producción, el empleo, la calificación de la mano de obra, la
actividad de investigación y desarrollo y la transferencia de tecnología); y
realizando cortes en función de los sectores que lo componen (bienes de consumo,
telecomunicaciones, electrónica industrial, etc.);; y en la segunda sección se
señalan algunas de las causas que explican el comportamiento reciente del
complejo, y se esboza un escenario de reestructuración.