Descripción
La emergencia generada por la pandemia de COVID-19 ha visibilizado el papel esencial del Estado en la provisión de bienes y servicios públicos, al mismo tiempo que lo público ha resurgido como el espacio en que se debe dar respuesta a la emergencia y conducir la recuperación. No obstante, el debilitamiento de los liderazgos públicos y de su capacidad de generar confianza en la acción de las instituciones del Estado ha limitado su efectividad.
En este documento se plantea que para enfrentar los problemas estructurales del actual estilo de desarrollo y abordar los nuevos desafíos que plantean la crisis presente y las que vendrán en el futuro, se requiere de instituciones del Estado fortalecidas, que cuenten con renovadas capacidades y liderazgos para diseñar y poner en marcha de forma participativa, colaborativa e inclusiva políticas y programas que respondan a las necesidades del presente, con una mirada de futuro.
La construcción de instituciones públicas resilientes que puedan enfrentar las crisis presentes y prepararse para las futuras es urgente, pues las decisiones de política e inversión que se tomen hoy condicionarán nuestro mañana.