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Las contribuciones de los gobiernos donantes para financiar la respuesta al SIDA en países de ingresos bajos y medios se redujo en 2010, con un descenso del 10 % respecto a 2009, según el estudio anual de financiación llevado a cabo por la Fundación Kaiser Family y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA).
Dicho estudio pone de manifiesto que en 2010 los gobiernos donantes desembolsaron 6900 millones de dólares estadounidenses para la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH, lo que supone 740 millones de dólares menos que en 2009. La disminución se debió a una combinación de tres factores principales: reducciones reales de la asistencia para el desarrollo, fluctuaciones en los tipos de cambio de las divisas, y una desaceleración en el ritmo de las contribuciones de EE. UU., sin significar un recorte presupuestario.
De los 15 gobiernos encuestados, siete de ellos —Australia, Alemania, Suecia, Países Bajos, Noruega, España y Estados Unidos— informaron una disminución en sus contribuciones respecto al año anterior, medida en sus propias monedas. Las cifras del informe se presentan en dólares estadounidenses, de acuerdo con las normas internacionales y otros mecanismos de información.
Debido a las fluctuaciones monetarias, la medida en dólares estadounidenses indica un ligero aumento de la contribución de Australia para el sida, pese a que su contribución ha sido menor en su propia moneda. Por el contrario, se produjo una ligera disminución en la contribución de Dinamarca a pesar de que aumentó el nivel de financiación en su propia moneda.
«El sida es una inversión inteligente incluso con las actuales dificultades económicas. Tenemos que mirar más allá del coste a corto plazo y reconocer los beneficios a largo plazo», dijo Michel Sidibé, director ejecutivo del ONUSIDA. «Los donantes tienen que proseguir y renovar sus compromisos hoy para reducir los costes en el futuro.»
El descenso global de las contribuciones se atribuyó principalmente a una reducción de la contribución de Estados Unidos, el país que más dona, responsable del 54 % de las contribuciones totales en 2010. Aunque el Congreso de los Estados Unidos asignó los mismos niveles de financiación para la respuesta al sida en 2010 que en 2009 (unos 5500 millones de dólares al año), las contribuciones de ese país pasaron de 4400 millones de dólares en 2009 a 3700 millones en 2010. Esa desaceleración se debe a los nuevos requisitos establecidos por el Congreso para el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR, por sus siglas en inglés). Algunos fondos asignados en 2010 se desembolsarán en años posteriores.
«Con ese aplazamiento, que no eliminación, de la contribución de EE. UU., la caída en el gasto de este año puede ser un problema pasajero, aunque su impacto en los servicios puede ser real», afirmó Drew Altman, presidente y director general de la Fundación Kaiser Family.
Para alcanzar las metas de acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH, ONUSIDA estima que se necesita una inversión mínima de 22 000 millones de dólares hasta el 2015. Aumentar ese nivel de financiación podría evitar más de doce millones de nuevas infecciones por el VIH y más de siete millones de muertes, según ONUSIDA.
En la Reunión de Alto Nivel sobre el Sida de 2011 de las Naciones Unidas, los Estados Miembros de la ONU se comprometieron con metas ambiciosas para la respuesta al sida, con una inversión para el sida de entre 20 000 y 24 000 millones de dólares hasta el 2015.
Según las últimas estimaciones del ONUSIDA, 34 millones de personas [30,9 millones-36,9 millones] vivían con el VIH a finales de 2010, y cerca de 30 millones [25 millones-33 millones] habían muerto por causas relacionadas con el sida desde que se registrara la enfermedad por primera vez hace 30 años.
Fuente: Centro de Prensa del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA.
Ver comunicado de prensa completo.
Descargar informe del sitio web del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (sólo en inglés).